Los factores que explican la baja recuperación de la
industria manufacturera fueron:
El contrabando y la informalidad: que se han visto
incrementados a partir de la situación cambiaria entre Bolivia y sus vecinos.
Brasil, Argentina, Chile y Colombia, después de Turquía, han sido las economías
cuyas monedas se han devaluado de manera más acelerada durante el 2021. Estas
devaluaciones, impulsadas por los fuertes estímulos monetarios implementados
durante la pandemia y la salida de capitales de la región, han abaratado de
manera extraordinaria los productos de esos países y, por lo tanto, han
generado una situación poco sostenible para la industria nacional.
Evidentemente, existe una vinculación directa entre el
contrabando y los canales de venta informales, al margen de competir de manera
asimétrica con la producción formal. La consecuencia ha sido una disminución
sustancial del margen en sectores industriales, principalmente aquellos
relacionados a los alimentos, bebidas y productos del cuidado personal, hogar y
limpieza, todos ellos muy representativos para la industria nacional.
El creciente costo del dinero, empujado por la falta de
liquidez en el mercado, el incremento de los indicadores de riesgo y una
agresiva estrategia de financiamiento del sector público en el mercado interno
han repercutido en la reducción del crédito disponible para el sector
industrial y privado en general.
Los conflictos políticos y sociales, y un avance lento en la
campaña de vacunación, han incrementado el riesgo a nivel general en la
economía, por lo que estos factores muestran un evidente incremento en los
costos operativos de las empresas industriales, el patrón de consumo y
restricciones municipales. Estos costos se constituyen en una carga adicional
en un entorno muy agresivo para la actividad industrial.
Las rupturas de las cadenas de provisión, la crisis
logística y los problemas en las cadenas de producción de insumos han generado
retrasos en la producción, incrementos en los costos de transporte y
dificultades para la realización de la producción, sobre todo durante la
segunda mitad del año.
Ante este escenario, nuestra perspectiva para el 2022 estima
una recuperación de la industria del orden del 4%, si y solo si los factores
señalados se mitiguen y, sobre todo, la política de lucha contra el contrabando
adquiera algún grado de relevancia. Para la economía en general prevemos una recuperación
del PIB cercano a los valores estimados por los organismos internacionales
(entre 3 y 3,5%). Los motivos por los que estimamos este desempeño son:
perspectiva en el manejo de la política económica que
plantea la industrialización con sustitución de importaciones, llevará adelante
la creación de empresas públicas que desplazan a la inversión privada e
impulsará una mayor presión recaudatoria sobre los contribuyentes para
financiar la inversión pública y aliviar el déficit fiscal. Por lo tanto, el
sector privado podría ser más sobre fiscalizado y sobre normado con fines
recaudatorios.
Ante este panorama, las tareas pendientes para el 2022 son:
Asegurar la provisión de energía para la industria (gas y
electricidad), para lo que es necesario conocer el estado de situación de
aparato de extracción y producción de energía.
La lucha eficiente contra el contrabando.
Asegurar que el financiamiento interno pueda llegar a todos
los actores de la economía, ya que el bache de liquidez que ha representado la
pandemia se sigue arrastrando en los balances de muchas empresas que requerirán
crédito para sostener sus operaciones.
Evitar los incrementos en las presiones recaudatorias y
regulatorias sobre el sector formal de la economía, que podrían deteriorar aún
más el clima de inversiones en el país.
Tramitología, facilitación y simplificación.
Contribuyendo al desarrollo
La CNI concluyó la evaluación del sector industrial 2021 con
un mensaje positivo y de esperanza de fin de año, indicando que “la búsqueda de
la modernidad, el deseo de superación personal y la necesidad de construir un
futuro mejor son los tres principios que impulsaron la creación de la Cámara
Nacional de Industrias y que hoy se los rescatan para contribuir al desarrollo
de Bolivia”.
Desde la CNI lanzamos un mensaje a las familias y hogares
bolivianos para que apoyen el crecimiento industrial sustentable con
empleabilidad. “Crecimiento con empleo digno y productivo para 2022”, es el
mensaje de la CNI en las fiestas de fin de año.
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