AFP
"No hay riesgo de colisión con nuestro planeta",
explicó la NASA. Sin embargo, el gran cuerpo rocoso está clasificado como
"potencialmente peligroso", como todos los asteroides cuya órbita se
sitúa a menos de 19,5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
El mayor asteroide que se acercará a la Tierra en 2021
pasará a unos 2 millones de kilómetros de distancia este domingo, sin riesgo de
colisión, pero permitirá que los astrónomos estudien este objeto celeste.
Bautizado 2001 FO32 y de menos de un kilómetro de diámetro,
pasará a 124.000 km/h, «más rápido que la mayoría de los asteroides» que
circulan cerca de la Tierra, según la NASA.
El cuerpo rocoso alcanzará su punto de mayor aproximación a
nuestro planeta este domingo a las 16H02 GMT. Entonces estará a 2.016.158 km de
la Tierra, es decir unas cinco veces la distancia que hay entre la Tierra y la
Luna.
«No hay riesgo de colisión con nuestro planeta», explicó la
agencia espacial estadounidense. Su trayectoria es «suficientemente conocida y
regular» para descartar cualquier peligro, garantizan los expertos del
Observatorio de Paris-PSL.
Sin embargo, el gran cuerpo rocoso está clasificado como
«potencialmente peligroso», como todos los asteroides cuya órbita se sitúa a
menos de 19,5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna y cuyo diámetro es
superior a 140 metros.
Astrónomos de todo el mundo «persiguen incansablemente» esta
categoría para elaborar el inventario más exhaustivo posible, subraya el
Observatorio, recordando que el primer asteroide (y el más grande), Ceres, fue
descubierto en 1801.
El asteroide «2001 FO32» fue descubierto en marzo de 2001 y
su trayectoria está siendo seguida desde entonces. Pertenece a la familia de
asteroides geocruceros «Apolo», que dan la vuelta al Sol en al menos un año y
pueden cruzar la órbita terrestre.
«Actualmente, sabemos poco sobre este objeto, así que este
encuentro tan próximo nos da una oportunidad increíble para aprender mucho»
sobre él, valoró Lance Benner, científico del Jet Propulsion Laboratory de la
NASA, del que depende el Centro de Estudios de Objetos Próximos de la Tierra
(CNEOS).
Según el CNEOS, «los astrónomos amateurs en el hemisferio
sur y en las bajas latitudes norte deberían poder verlo».
«Deberíamos ver un punto blanco que se desplaza como un
satélite», agregó el astrónomo. La trayectoria no tiene nada que ver con la de
las estrellas fugaces, asteroides muy pequeños que forman una línea luminosa
que divide el cielo en una fracción de segundo.
Ninguno de los grandes asteroides catalogados tiene opciones
de estrellarse contra la Tierra en el próximo siglo.
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