“Tengo miedo. Estoy en una reunión, pero tengo miedo”,
escribió Ariel Rodríguez Orellana poco antes de que sus verdugos le quitaran la
vida, el 23 de octubre de 2020. Rolando Ramos, abogado de su familia, informó
que ese es uno de los mensajes que encontraron en el celular de la víctima tras
recuperarlo de un tercero, no implicado en el caso, que había comprado el
equipo en 500 bolivianos.
Ramos señaló que el mensaje estaba en “antesala” y que tenía
como destinatario su esposa, Mayumi Luizaga. Rodríguez, de profesión
arquitecto, estuvo siendo buscado durante casi cinco meses hasta el pasado 19
de marzo, cuando encontraron sus restos óseos calcinados en cinco puntos dentro
de un perímetro de unos 150 metros, en la zona de Chacacollo (Sacaba).
Antes de su desaparición, Ariel estaba compartiendo con su
pareja un momento especial puesto que esperaban con ansías la llegada de su
primer bebé después de una relación de siete años. El arquitecto, de 30 años,
ya había estado buscando nombres porque “estaba muy emocionado con la idea de
ser papá”, contó su esposa.
Ariel y Mayumi tenían planeado casarse en diciembre de 2020.
Iban a hacerlo en septiembre, pero por las restricciones de la pandemia
decidieron suspenderlo para que sus familiares y amigos sean testigos de su
unión. Dos meses antes, al arquitecto le “tendieron una trampa” e hicieron que
salga de su vivienda supuestamente a una reunión laboral, pero le quitaron la
vida dejando a una niña huérfana de padre.
Su excuñado Edwin C.B., de 31 años, es el principal autor
del crimen. Se presume que planeó, junto con sus cómplices, el asesinato por
“venganza”. Ariel quiso proteger a su hermana de un potencial feminicida, pero
encontró la muerte.
SU DESAPARICIÓN Rodríguez fue a ver una de sus obras en la
Melchor Pérez de Olguín, la mañana del 23 de octubre. Luego, volvió a su casa,
se dio una ducha y almorzó con su cónyuge antes de salir a una reunión laboral.
Mayu, como le decía Ariel de cariño, le alistó sus prendas de vestir para su
encuentro con clientes en Vinto. Después, salió en su camioneta de su casa
ubicada en Pacata Baja y desde entonces su paradero fue un “misterio”.
ASESINOS CAEN TRAS REGISTRO DE NUEVO CHIP El autor y coautor
del crimen cayeron a los 42 días de la desaparición del arquitecto. La Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), a través de sus investigadores,
detectó que el celular de Rodríguez estaba en La Paz y que se registró un
cambio de línea a nombre de Lucio A.M. (22), a quien aprehendieron en la zona
de Mallasilla, el 2 de diciembre.
Lucio declaró que Edwin C.B., excuñado de Ariel, le entregó
el teléfono de la víctima el 25 de octubre diciendo que “al dueño lo había
ahorcado”. También refirió que su amigo le entregó una tarjeta de débito con la
contraseña instruyéndole que saque dinero y le entregue a una mujer, misma que
depositaría a Edwin. Además, le consultó si tenía conocidos que estén
interesados en la compra de un vehículo o autopartes. El 4 de diciembre, los
efectivos aprehendieron a Edwin C.B. en Quillacollo. Ambos fueron puestos ante
un juez por el delito de trata y tráfico, y están con detención preventiva en
San Antonio y El Abra, desde el 6 de diciembre.
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