Este lunes en Yaguacua, comunidad que se inundó tras la
lluvia acaecida en la pasada semana, se realizó la entrega de materiales
escolares por parte un grupo de maestras solidarias, denominado
"Comadritas Quita Penas, de Corazones Solidarios" quienes de buen corazón
concordaron para donar material escolar a los niños y adolescentes estudiantes,
quienes perdieron todo por las lluvias y así puedan retornar a sus clases
semipresenciales.
Los estudiantes de escasos recursos, además de compartir una
rica chocolatada junto a nuestro equipo de diario El Gran Chaco, quedaron
felices por el apoyo de este grupo conformado por profesoras, que hicieron un
aporte económico de sus bolsillos para comprar los materiales escolares, con la
ayuda de varias librerías de Yacuiba que solidarizaron, junto a Alejandro Ayala,
trabajador de comunicación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
que hizo llegar los bolsitos para poder rellenar el material estudiantil.
A través de las maestras a la cabeza de la profesora Emma
Fernández, se realizó un censo a todos los estudiantes afectados por las
lluvias y desborde del agua, donde se pudo registrar a más de 50 niños y
jóvenes que cursan inicial, primario, secundario y la universidad, que
perdieron todo en sus hogares, muchos de ellos al momento siguen con sus
domicilios llenos de lodo, de donde no pudieron rescatar nada.
Para culminar el día, se cantó el feliz cumpleaños a Diego,
un adolescente de ahora 14 años, y además primo de la niña que falleció. Diego
comentó que él junto sus otros primos escaparon de las aguas nadando para poder
salvarse de ser ahogados; este adolescente hoy se encuentra bien, sin embargo
en el pie tiene algunas raspaduras por las ramas y piedras que acarreó el
turbión que llegó hasta sus hogares.
Asimismo, afirmó que llegó desde su casa donde vive con sus
padres para recibir su mochila de útiles escolares para retornar a clases, puesto
que esa noche de la lluvia, se había ido a quedar en su casa de sus primos,
donde llevó todo su material para forrar, ya que sus padres recién le habían
comprado cuadernos, mochila y uniforme escolar que quedaron bajo del lodo, y
qiedó solo con la ropa en el cuerpo y descalzo.
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