El Manchester City eliminó este miércoles al Bayern de Múnich en cuartos de Liga de Campeones, tras empatar 1-1 en el Allianz Arena (3-0 en la ida), por lo que serán los 'Citizens' quienes se enfrenten al Real Madrid por un puesto en la final de la máxima competición europea.
Los 'Sky Blues' de Pep Guardiola no se amilanaron ante la
grandeza del escenario ni del rival en un partido entretenido entre dos equipos
en busca de la victoria.
Joshua Kimmich, de penal (83), igualó para el Bayern el gol
del noruego Erling Haaland (57), quien se postula como la gran amenaza del club
blanco.
El choque comenzó con un Bayern más incisivo, acuciado por
la necesidad de abrir el marcador lo antes posible para poder soñar con la
remontada. La verticalidad de Kingsley Coman por el costado derecho destapó los
primeros aplausos en un Allianz que creía en la gesta de los pupilos de Thomas
Tuchel.
Pero el City, que saltó con el mismo once inicial que dejó
la eliminatoria casi sentenciada en el Etihad, es un equipo cuyo ADN no
contempla la opción de contemporizar, de entregar el balón al rival y
encerrarse atrás, no al menos cuando queda todo el partido por delante.
Por momentos el partido se iba transformando en una sucesión
de ataques y contraataques mutuos, en un correcalles que no suele beneficiar al
equipo que tiene que defender un resultado favorable.
Salvo cuando ese equipo tiene tanta pólvora y calidad como
los 'Sky Blues', que encontraron en el talento de Bernardo Silva con el balón
en los pies y en el hambre de gol de Erling Haaland sus dos mejores argumentos
para recordar al Bayern que además de marcar varios goles debía preocuparse de
no encajar ninguno.
El Bayern lo seguía intentando. No le quedaba otra. Leroy
Sané vio como su disparo cruzado lamió la cepa del poste para terminar
perdiéndose por línea de fondo.
Haaland dio un primer aviso plantándose sólo ante el arquero
suizo Yann Sommer tras un pase en profundidad (18). El central muniqués Dayot
Upamecano cortó en falta siendo el último defensor y el colegiado no dudó en
mostrar la tarjeta roja.
Una falsa alarma porque el astro noruego estaba en fuera de
juego y el expulsión fue anulada pero el central francés no se recuperaría del
susto en lo que restaba de partido.
En el minuto 35, Upamecano cometió penal por mano a disparo
de Ilkay Gundogan, un jugador que ya marcó un gol al Bayern en la final de la
Champions de 2013 cuando vestía los colores del Borussia Dortmund.
Haaland se dio prisa en agarrar el balón para ser él quien
diese el golpe de gracia a la eliminatoria ante el equipo que le privó de
tantos títulos en su etapa en Alemania defendiendo los colores del Borussia
Dortmund y tanto lo pretendió antes de fichar por el City, pero el noruego
envió su lanzamiento desde los once metros alto a la grada.
Pero los grandes goleadores no suelen desperdiciar muchas
balas. En el minuto 57, el balón terminó en pies del noruego en una contra
vertiginosa del City. Haaland no desaprovechó el inoportuno resbalón de
Upamecano y solo ante Sommer dentro del área no perdonó para anotar su
duodécimo gol en Champions esta temporada.
Fue la puntilla para el ánimo del Bayern, que tenía que
marcar cuatro goles en media hora a un equipo que apenas concede tantos esta
temporada.
Aún así, un penal por mano revisada en el VAR sirvió para
que Kimmich salvase a su equipo de la derrota (83).
Con un gol y una asistencia en la ida y el gol de este
miércoles, Haaland demostró que también aparece en las grandes ocasiones.
Y la próxima no será menor tampoco. El Real Madrid de las 14
Champions espera en una suerte de final anticipada.
El Bayern, anclado por los problemas internos desde la
destitución de Julian Naggelsman, deberá dar el resto en la Bundesliga si no
quiere vivir un histórico año sin títulos.
El Deber
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