San Telmo Norte y Astillero, en la reserva de Tariquía,
estaban en los planes de Petrobras, sin embargo, ahora ha decidido enfocarse en
la exploración de presal, considerado la mayor reserva de petróleo.
Petrobras avanza en su plan de desinversión y por eso está
en negociaciones para disponer de sus actividades de exploración y producción
de gas en Bolivia. La información no es reciente, pues desde el 2020 la estatal
brasilera anunció la venta de sus activos en diferentes partes del mundo. La
intención de Petrobras, además, es poner fin a todas las actividades en
Argentina y Colombia, como ya lo hizo en el continente africano.
En Bolivia, la producción de gas proviene principalmente de
los campos San Alberto y San Antonio, ubicados en el departamento de Tarija,
donde Petrobras tiene una participación de 35% en los contratos de operación de
servicios, que se operan principalmente para suministrar gas a Brasil y
Bolivia. Ambos campos, además, registran un declive en su producción, ya que la
explotación no estuvo acompañada de la exploración de nuevos pozos.
La semana pasada, la estatal inició la fase vinculante por
la venta de su participación de 51% en Gas Transboliviano S.A. GTB es
propietaria y operadora del gasoducto Bolivia-Brasil en territorio brasileño,
con una extensión de 2.593 kilómetros y una capacidad de transporte de hasta 30
millones de metros cúbicos de gas por día.
Según una fuente, la empresa estatal se encuentra en
negociaciones para vender, además de los campos de producción, las tres
unidades procesadoras de gas natural (UPGN) que tiene en el país. Los planes
también incluirían la venta del 11% de participación en Gas Transboliviano
(GTB), responsable del lado boliviano del gasoducto Bolivia-Brasil, con una
longitud de 557 kilómetros.
La venta del 51% en TBG se enmarca en el acuerdo realizado
con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil en 2019,
que prevé la salida de Petrobras en el segmento de transporte de gas, esto con
el objetivo de estimular la competencia en el sector, hasta ahora explotado
casi en su totalidad por Petrobras. El objetivo es reducir el precio del gas en
el vecino país.
Las ventas de activos de exploración y producción en los
países de América del Sur y la venta del gasoducto forman parte del plan de
desinversión de la empresa estatal, que espera recaudar entre 25 mil y 35 mil
millones de dólares.
“Petrobras ya ha abandonado países como Chile, Paraguay,
Japón, Nigeria, pero aún mantiene una base de activos en las Américas,
incluidas redes de distribución de combustible en Uruguay y Colombia. Algunos
activos de exploración y producción en Bolivia, Estados Unidos, Argentina y
Colombia, además de los contratos de servicios en México”, especifica un medio
brasilero.
Si bien se hizo bajo la dirección de Roberto Castello
Branco, fuentes señalan que el nuevo presidente de la estatal, Joaquim Silva y
Luna, se quedará con la planificación.
La empresa ingresó a Bolivia en 1996 y 2006, el gobierno del
entonces presidente Evo Morales decretó la nacionalización de las reservas y
activos petroleros en el país, lo que generó una disputa entre Petrobras y el
gobierno del vecino país.
Los intereses de
Petrobras
A través de la revista Reporte y Energía, el exministro de
Hidrocarburos, Álvaro Ríos, habló de los intereses que impulsan a Petrobras a
vender sus activos. Consideró que la decisión es la suma de varios factores,
tales como la declinación en la producción de los campos San Alberto y San
Antonio; la suspensión de la exploración en San Telmo Norte y Astillero, en la
reserva de Tariquía y la falta de recursos de la compañía para seguir operando
en zonas como presal.
Todo esto conjuga al plan de desinversión de Petrobras a
escala mundial, indicó Ríos, para enfocarse en la producción de presal en el
océano Atlántico, haciendo que los activos en Bolivia ya no sean estratégicos y
se proceda a su venta, para conseguir recursos económicos.
“Petrobras tiene una elevada deuda y debe pagarla, además
que quiere concentrarse en la exploración de presal, para eso necesita
recursos, por lo que está vendiendo sus activos que no le son estratégicos. El
gas de presal será abundante en los próximos cinco o seis años”, explicó la
exautoridad y recalcó que no es fácil vender los activos, por lo que no se
realizará de la noche a la mañana.
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