MARCELO OSTRIA TRIGO
Algunos científicos están haciendo vaticinios preocupantes
sobre lo que nos espera con la pandemia del coronavirus, con anuncios que se
refieren a la duración de este mal. Pero, cualquiera que sea su duración obliga
a cumplir con las medidas sanitarias ya conocidas: aislamiento de los
infectados, vacunación general de la población, y cambiar algunos usos y
costumbres. Además, queda claro que la lucha contra la pandemia de Covid debe
ser emprendida en paz social, atendiendo a los infectados para su recuperación,
y con un Gobierno que cumpla con las reglas indispensables de respeto a toda la
ciudadanía.
La BBC News, en su edición del 21 de julio de 2021 titula:
La Covid-19 quizás no se vaya nunca: ¿cómo aprendemos a convivir con ella?, e
informa que “hay grandes esperanzas de que la vacunación pueda llevar al mundo
de regreso a algún tipo de normalidad, aliviando las restricciones que han
moldeado nuestras vidas durante los últimos 16 meses”. Y continúa con el
presagio menos deseado: “…los científicos están cada vez más convencidos de que
el coronavirus llegó para quedarse”.
Pero cualquiera sea la duración de este mal –hay que
reiterarlo– obliga a los gobiernos a cambiar lo que sea necesario, en especial:
fomentar la paz social, el respeto a los derechos humanos y no incurrir en una
conducta que perjudique ese estado ideal de armonía ciudadana. Eso no está
sucediendo en muchos países. En los regidos por gobiernos populistas, no han
podido, por sus características dictatoriales, conseguir esa deseada paz, sino
que, recurren a medidas de fuerza contra los ciudadanos que piden en las calles
paz y, por supuesto, un mejor manejo de la lucha contra el coronavirus.
La citada publicación de BBC News, añade que, en enero de
este año, “la revista científica Nature preguntó a más de 100 inmunólogos,
virólogos y expertos en salud de todo el mundo si se podía erradicar el
SARS-CoV-2. Casi el 90% de los encuestados dijo "no": hay evidencia,
dijeron, y que es probable que el coronavirus se convierta en endémico y continúe
circulando en el mundo”.
El manejo de esta pandemia en Bolivia, hasta ahora no pudo
ser más negativo. Un ejemplo claro es lo sucedido con la vacuna Sputnik V. Se
vacunó en una de las ciudades más grandes de Bolivia con la primera dosis, sin
tener prevista la provisión de la segunda dosis, quedando muchos ciudadanos sin
esa protección.
También lo indeseado por los ciudadanos bolivianos se
presenta, en este tiempo, como persecución de quienes no son afines al
populismo, lo que atenta contra la paz social. Se enjuicia y se encarcela con
la complicidad de una administración de justicia copada por el oficialismo, y
siempre dispuesta a cumplir con los propósitos del Gobierno de destruir a toda
la oposición que ahora, de acuerdo con los resultados de las elecciones de gobernadores
es mayoritaria y controla los municipios más importantes.
Lo anterior muestra la falta de voluntad del oficialismo
para buscar lo indispensable: salud, paz y libertad, cuando miles de bolivianos
ya han perdido la vida por el coronavirus.
El autor es exembajador de Bolivia
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