Un sujeto fue sentenciado a cumplir una condena de 25 años de privación de libertad, esto luego de que en un juicio se demostrara su culpabilidad del delito de violación, con el agravante de que la víctima era su propia hija, a quien habría vejado de manera recurrente desde que tenía apenas 8 años hasta los 14.
El caso fue informado por la jefa de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA), María Eugenia Gareca, quien reportó que el caso fue atendido por el Tribunal de Sentencia Primero de la Capital, donde se determinó que su condena sea cumplida en el penal de Morros Blancos
“Esto ocurrió desde el 2011, cuando la menor tenía 8. El caso fue denunciado en septiembre del 2020, la víctima estaba callada y no avisaba sobre este hecho. Ella iba de visita a la casa de su progenitor, sus padres estaban separados y decidieron hacer vidas diferentes. Ahí había ocurrido el hecho”, explicó.
Una vez que el caso fue denunciado formalmente por parte de la madre de la menor, el caso fue puesto a conocimiento del Ministerio Público para su imputación y que sea puesto disposición de las autoridades jurisdiccionales, que determinaron su detención domiciliaria con escolta.
Gareca señaló que este caso, al igual que la mayoría de los hechos de las agresiones sexuales a menores, tiene como responsable a una persona que forma parte del entorno cercano de la víctima y que esto se constituye en un factor para que no se denuncie a tiempo el delito.
Finalmente, la autoridad señaló que se está dando la contención y el tratamiento psicológico correspondiente a la víctima, para que pueda superar este trauma.
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