El Deber
La mujer que, en primera instancia, era buscada por un
secuestro y apareció luego de nueve días después de viralizarse su video donde,
presuntamente, estaba secuestrada, este lunes fue sentada en el banquillo de
los acusados junto a su madre, ambas imputadas por los delitos de privación de
libertad, secuestro y asesinato.
El fiscal asignado al caso, Iván Quintanilla, indicó que en
este caso Rocío Montaño no es la víctima, sino más bien es la acusada y está
siendo investigada por la desaparición de su expareja, de quien no se sabe de
su paradero desde el pasado 11 de junio de 2019; demanda que fue puesta por
Silvia Cruz, madre del desaparecido Miguel Ángel Mancilla.
“Son casos diferentes y hechos diferentes. Ellas (por la
madre y la hija) están como víctimas en otro caso de secuestro, pero eso se
investiga en San Matías, aquí se investiga la desaparición de otra persona que
era la pareja de Rocío”, explicó Quintanilla.
Sin embargo, pese a las pruebas colectadas y presentadas por
el Ministerio Público en la audiencia cautelar en el Juzgado Octavo de
Instrucción en lo Penal, la jueza Anahí Áñez resolvió dar a ambas mujeres
detención domiciliaria y una fianza de Bs 5.000.
Quintanilla indicó que la Fiscalía solicitó la detención
preventiva para ambas acusadas. Se adjuntaron al cuadernillo de investigaciones
el flujo de llamadas que tuvo Miguel, con su expareja y su suegra, el último
día que se supo de su existencia, como también se rastreó su ubicación dando su
último paradero en Ascensión de la Frontera. Además de una polera que
pertenecía al desaparecido, prenda que tenía manchas de sangre.
Varios familiares de desaparecidos protestaron exigiendo
justicia
“Presentamos los elementos suficientes para sostener la
probabilidad de autoría, peligro de fuga y obstaculización en las
investigaciones”, dijo el fiscal.
Sin embargo, las acusadas alegaban su inocencia ante la
jueza, asegurando no tener ninguna participación en el secuestro o desaparición
de Miguel Ángel.
Familia
Silvia, la mamá del hombre desaparecido, indicó que hace dos
años lleva buscando a su hijo, viajó sola hasta la frontera y recorrió varios
municipios en busca de noticias, pero en ningún lado lo encontró. Fue entonces
cuando supo que Rocío, la expareja de su hijo, volvió a aparecer del supuesto
secuestro y reactivó su demanda en busca de que le confiesen si su hijo está
aún con vida.
“Seguramente la jueza les dio detención domiciliaria porque
ella (por Rocío) es madre de otros niños menores de edad y la mamá (por Rosario
Céspedes) tiene solo un riñón. Ahora yo me quedo ahí porque no tengo dinero
para estar contratando más abogados y temo por mi vida y la seguridad de mi
familia, no quiero que nada más nos pase. Si me pasa algo, ellas son las únicas
responsables”, manifestó luego de la audiencia.
La mujer dijo sentirse decepcionada de la justicia, pero no
apelara a la decisión. “Si mi hijo está vivo, lo seguiré esperando, pero si ya
partió con el Señor, solo esperaré la justicia divina, porque la justicia del
hombre sé que no la voy a tener”, manifestó.
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