El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) medió en la
"liberación" de ocho militares venezolanos que fueron secuestrados
por irregulares colombianos en una zona de la frontera donde se reportan
enfrentamientos desde marzo, indicó ayer la ONG Fundaredes, generalmente bien
informada sobre el conflicto.
"Gracias a la participación del Comité Internacional de
la Cruz Roja hoy estos militares están libres", dijo Javier Tarazona, el
director de Fundaredes, crítica del gobierno de Nicolás Maduro, en una videoconferencia
con corresponsales extranjeros.
"Participó de varias actividades propias de la
negociación para la liberación" de los uniformados.
Las autoridades venezolanas informaron el lunes de noche que
los militares fueron "rescatados" en una operación, de la que la
Fuerza Armada no dio detalles.
Tarazona señaló que hubo una "entrega acordada" de
los efectivos retenidos "a cambio del retiro" de las fuerzas
venezolanas de la zona del estado de Apure (oeste), donde se vienen registrando
enfrentamientos con grupos irregulares desde el 21 de marzo.
"No estamos al frente de un rescate, estamos al frente
de una liberación luego de la entrega de territorio, luego de prácticamente
darse por vencidas las Fuerzas Armadas frente este pequeño grupo
terrorista", fustigó.
Los enfrentamientos en Apure han dejado 16 miembros de la
Fuerza Armada venezolana fallecidos, según balances oficiales, y han forzado el
desplazamiento de miles de civiles.
Tarazona, que publicó la víspera una fotografía que dijo ser
de los militares ya libres, sonriendo y comiendo, explicó que la
"liberación" se dio después de varias etapas, que comenzaron el
domingo con "los primeros desplazamientos de garantía".
Cuando el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino,
denunció el 15 de mayo su "infame secuestro", aseguró que la
Cancillería venezolana estaba en "coordinaciones" con el CICR para
que sirviera "de enlace en la entrega" de los capturados.
Fundaredes había alertado sobre la captura cinco días antes,
cuando publicó un documento de presuntos disidentes de las FARC que daba cuenta
de ocho uniformados "capturados como prisioneros de guerra" en medio
de combates con la Fuerza Armada venezolana.
Las autoridades venezolanas evitan identificar a los grupos
irregulares, más allá de llamarlos "terroristas", aunque Maduro
reconoció la posibilidad de que se sean disidentes de las FARC.
Venezuela y Colombia, con una frontera común de 2.200
kilómetros, rompieron relaciones en enero de 2019, luego de que el gobierno de
Iván Duque reconociera al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado
de Venezuela. A Maduro lo tacha de "dictador" y lo acusa de amparar a
disidentes de las FARC y combatientes del ELN en su territorio.
Maduro, por su parte, suele involucrar a Duque en constantes
denuncias sobre planes de golpe de Estado y magnicidio en su país.
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