El edificio fue construido por Don Severino y su esposa, para terminar la obra fina, el propietario dio en anticrético varios departamentos. Sin embargo, su esposa falleció y luego todo inicio.
“Don Severino, juntamente con su esposa, han hecho la construcción de la casa, en consecuencia es un bien ganancial, al fallecimiento de la esposa, las hijas han empezado a presionar para que se les entregue parte del edificio como herencia de la madre, para ello han hecho una serie de actos para entorpecer la salud del papá porque él es diabético”, explicó el abogado José Ignacio Chambi.
Como forma de presionar al adulto mayor, las dos mujeres iniciaron al menos tres procesos en su contra, por estafa, violencia familiar y hasta desconocimiento de paternidad. Cuando las denuncias no dieron los resultados que esperaban, empezó el suplicio de los anticresistas.
“Ha llegado una de las hijas que ha empezado a amenazarles a los vecinos, diciéndoles se van a ir si o si, yo he llegado de estados unidos con plata, me voy a comprar policías, fiscales y jueces”, agrega.
Chambi explica que iniciaron maltratando a los hijos de los inquilinos y para forzarlos a irse, la hija menor y su concubino terminaron destrozando las gradas, sacando las barandas y privándolos de servicios básicos. Asegura que trataron de denunciar esto, pero no recibieron ayuda de ninguna instancia.
“Ese día de que se destrozó las barandas con mi persona juntamente con los inquilinos fuimos a la policía, fuimos a la defensoría, pero en ninguna parte nos han querido que nosotros hagamos la denuncia porque supuestamente era un problema familiar…Rosario Z.B. que es la mayor y Nilda juntamente con su concubino han empezado a destrozar”, señaló.
Luego el material de construcción quedo en el lugar y les impedían limpiar los escombros.
Tras esto, al promediar la una de la madrugada del 22 de agosto llegaría la desgracia, el Sargento primero Eduardo Mamani Marca junto a su esposa subían a su departamento, perdió el equilibrio cayendo tres pisos y como consecuencia perdiendo la vida.
“Estoy pidiendo justicia por mi esposo, me lo han sacado las barandas de las gradas, de ahí se ha caído mi esposo, se ha muerto. Yo solo pido justicia, ha dejado dos niños huérfanos, pido justicia”, manifestó su esposa entre lágrimas ese fatídico día.
Las denunciadas son profesoras, una incluso tendría doble identificad al portar dos pasaportes.
Tras la tragedia, el dueño llegó de Oruro, ratificó su apoyo a los inquilinos y también se sumaron al proceso por homicidio culposo que iniciaron contra las mujeres. Quienes además en su contra tienen otros procesos por el daño al edificio y otra por agresión a su padre.
El abogado señaló que para garantizar la devolución de los anticréticos se realizó un reconocimiento de firma. “Está asegurado su capital de los inquilinos, eso queremos aclarar más que todo”, añadió.
Durante esta semana se realizó una acción de libertad, donde el juez ordenó que se restituyera la baranda, las escaleras, lo que asegura Chambi es realizado por el propietario.
Además de eso, se iniciaron los trámites para una anotación preventiva de la parte que les correspondería a las hijas para el resarcimiento de los daños para la familia afectada.
“Vamos a hacer que la viuda tenga, todo lo que corresponda porque tiene dos hijitos, vamos a hacer de parte de nosotros una anotación preventiva de acciones y derechos que tienen ellas dos, están declaradas herederas y esas acciones y derechos vamos a hacer embargar para que no dispongan y sea a favor de la viuda y los huérfanos”, explicó.
Actualmente, se desconoce el paradero de las dos mujeres, quienes abandonaron el lugar tras la muerte.
“Han desaparecido dejando a su suerte a la viuda, lo que más nos da pena…no se han aparecido más aparte que los de la Otb están muy molestos”, finalizó.
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