“Como Ministerio Público, una vez que se tomó conocimiento del hecho, se realizaron todos los actos investigativos de manera inmediata y durante el juicio, se presentaron los elementos de convicción colectados durante la etapa preparatoria como las declaraciones testificales, informes psicológicos de la víctima quien relató cómo ocurrieron los hechos, pericias en informática realizadas a la computadora, celulares y flash memory que fueron encontrados en el domicilio del sindicado, informe del examen médico forense que demuestra la existencia del hecho delictivo, entre otras pruebas que fueron valoradas por los miembros del Tribunal que determinaron la sentencia”, sostuvo Gutiérrez.
Por su parte, la Fiscal asignada al caso, Andrea Cortez, informó que de acuerdo a las investigaciones, las agresiones comenzaron cuando la menor tenía 11 años de edad y vivía junto a su padrastro Alexander R. H. M. y su madre Claudia L. F. A. en la ciudad de La Paz, donde el hombre aprovechaba los momentos que se quedaban a solas, para dopar a la menor y cuando se quedaba inconsciente procedía a agredirla sexualmente. El año 2020, la víctima llegó a su domicilio y encontró a su padrastro junto a su madre, quien la desvistió para que mantuviera relaciones sexuales con el hombre.
Tiempo después, Alexander fue destinado a la ciudad de Bermejo donde las agresiones en contra de su hijastra continuaron hasta que el 16 de septiembre de 2020, al verse desprotegida, la menor decidió no retornar a su domicilio y se mudó con su tía paterna. El 7 de octubre del mismo año, la menor decidió contarle a su padre las agresiones que sufrió, por ello el hombre interpuso la denuncia ante el Ministerio Público y se procedió a la aprehensión de ambos sujetos para que sean investigados de acuerdo a norma.
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