EFE
Una semana después del terremoto que devastó el suroeste de
Haití, causando la muerte de casi 2.200 personas, los supervivientes luchan por
conseguir agua y alimentos, pero responder a las necesidades básicas de los
afectados sigue siendo un reto para las autoridades.
Cientos de haitianos hambrientos y sin hogar tras el
devastador terremoto se aglomeraron alrededor de camiones de asistencia y en
algunos casos saquearon artículos que les urgen, en medio de apuros de las
autoridades para coordinar la entrega de ayuda.
Los asaltos contra los envíos de asistencia ponen de
manifiesto la creciente frustración de quienes perdieron su hogar después del
terremoto del 14 de agosto que dejó casi 2.200 muertos, más de 12.000 heridos y
causó la destrucción o daños a más de 100.000 casas.
En las calles, los sobrevivientes han estado luchando a
diario para encontrar agua y alimentos mientras los convoyes humanitarios
comienzan a distribuir productos de primera necesidad, pero a menudo en
cantidades insuficientes.
La distribución de la ayuda no contó con ninguna logística y
los sacos de arroz fueron arrojados hacia la multitud sin que se hubiera
identificado previamente a los beneficiarios como personas en situación de
vulnerabilidad, según observó un fotógrafo de la AFP.
En Los Cayos, la mitad de un convoy de dos camiones fue
saqueada antes de que interviniera la policía.
No hay comentarios.: