Los sábados y domingos prácticamente es normal en Yacuiba,
en especial por las noches, puesto que quienes habitan esta hermosa frontera
son testigos que los locales nocturnos, boliches, peñas folclóricas, lugares de
remate, conciertos al vivo con grupos argentinos y otros buris o fiestas se
realizan sin control de nadie, mientras la mayoría del pueblo cumple con las
medidas que literalmente imponen las autoridades y en otros casos, descansan y
prohíben a sus hijos o familiares salir a la calle o realizar alguna actividad
económica.
Mientras el Departamento, el País y el mundo llora por la
pandemia del coronavirus, que no solo deja enfermos, muertos, crisis económica,
sino que derrumba toda actividad del ser humano, en Yacuiba, en un pueblo sin
Ley y sin autoridad, muchos bailan al ritmo del alcohol, sin medir las
consecuencias que esto trae o lo que le cuesta al Estado, al municipio o al
pueblo hacer curar a una persona grave con coronavirus, que no está menos de 10
mil dólares y los contagios se masifican y mueren o enferman personas
inocentes, ya que los fiesteros y nocturnos se mezclan durante el día con la
sociedad sana o con sus familias o amigos, que no saben que esa persona estuvo
en locales nocturnos que funcionan a la vista y paciencia de las autoridades.
Por último, mientras todo el País toma medidas de
bioseguridad en estos días para proteger a su pueblo, en Yacuiba en las noches
es normal, donde está permitido hacer todo.
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