El penal de Miraflores en La Paz, la plaza Colón en Cochabamba y la plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz fueron escenarios de vigilias ciudadanas para pedir la liberación de la expresidenta, Jeanine Áñez, cuyo estado de salud desató las alarmas, luego de que se autolesionó el sábado.
La jornada también estuvo marcada por la visita de la jefa adjunta de la misión técnica en Bolivia de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia, Yulia Babuzhina, a la exmandataria.
"Yo le pido al ministro de gobierno ya que tiene la valentía de salir a mentir públicamente que venga a visitarla a mi madre y que él mismo vea como está", señaló Carolina Ribera Añez, este domingo por la noche, afuera de la cárcel paceña donde se congregaron decenas de ciudadanos.
El sábado, el ministro Eduardo del Castillo señaló que Áñez se había hecho unos "rasguños". Su defensa refutó tal declaración y señaló que la expresidenta intentó quitarse la vida, como un grito de auxilio ante la serie de atropellos a sus derechos que viene sufriendo desde marzo.
"Lo que ocurrió amerita que ella pueda ser tratada en un centro especializado para poder ver su salud de manera completa, no es dándole un ansiolítico que se va a solucionar el problema", señaló Juan Carlos Áñez, quien participó de la vigilia en Santa Cruz.
"Aquí estamos reunidos para clamar a nuestro Dios para que podamos tener justicia y que mi hermana no se muera", agregó Áñez, al borde de las lágrimas. De fondo, gritaban "libertad".
Comunicado de la ONU
Tras la visita de Babuzhina, la delegación del organismo en Bolivia publicó un comunicado donde señaló que se permitió la visita irrestricta a Miraflores para visitar a Áñez. En el diálogo, la expresidenta "refirió sentirse físicamente debilitada y profundamente afectada emocionalmente”.
La ONU resaltó algunas medidas como permitir el acompañamiento de un familiar por las noches, pero recomendó la aplicación de una estrategia integral para la prevención de la autolesión y el suicidio. Enfatizó además, que, según los estándares internacionales, la salud mental debe tratarse de manera específica y con perspectiva de género. Carolina Ribera señaló que su madre está sedada y en una foto cedida por sus allegados se la observa con venas en el brazo izquierdo.
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