Ecos de Tarija
Antes adquirir una vivienda resultaba ser una necesidad de
primera línea para las familias, hoy en día esto queda en segundo plano debido
a la crisis económica ocasionada por la pandemia de Covid-19. En este marco los
precios y ventas de viviendas y lotes, como también los alquileres y
anticréticos, redujeron en cerca de 25% en la ciudad de Tarija, según datos
proporcionados a El País por brókers y propietarios de inmobiliarias legalmente
establecidas en el departamento.
Los expertos del área concuerdan que con la caída del
Producto Interno Bruto (PIB) que viene registrando el departamento desde la
gestión 2015, sumado a la crisis económica generada por la pandemia del
coronavirus en 2019, “la burbuja inmobiliaria” o el “boom” inmobiliario en
Tarija quedó en mito.
“Una burbuja inmobiliaria es un incremento excesivo e
injustificado de los bienes inmuebles o bienes raíces, ocasionado generalmente
por la especulación”.
Oscar Prada, bróker de RE/MAX Tierra Nueva, explica que
Tarija, en la época del gas, se volvió un lugar atractivo para los inversores
del sector inmobiliario, toda vez que se registraba un gran movimiento
económico y las personas tenían capital en mano.
Agarrados de esta teoría y con la creación de una “corriente
especuladora” muchas de esas inversiones se vieron afectadas por los elevados
precios del sector inmobiliario, tanto así que Tarija llegó a ser catalogada en
esa época como “la ciudad más cara de Bolivia”. Sin embargo, la situación
actual ya no es la misma.
Para Fidelia, propietaria de una empresa de bienes raíces,
“los precios de viviendas y alquileres se han reducido abruptamente en el
departamento de Tarija”, generando de esta manera pérdidas significativas para
el sector inmobiliario. Señalan como las principales causas a la falta de circulante,
salarios bajos y el cierre de empresas y negocios.
“La venta de departamentos se ha paralizado, hay mucha gente
que ha construido, pero muchos no están pudiendo vender los departamentos
porque no hay circulante (…) Los precios también han bajado, por ejemplo, si
antes un alquiler estaba en Bs. 2.500, ahora lo están ofreciendo en 1800 o
1700, la misma situación ocurre con la venta de casas”, mencionó.
Prada explica que la actividad inmobiliaria del área
comercial, seguida de las casas residenciales ha tenido una baja de precio
sustancial. “En la parte comercial estaríamos hablando de entre un 20 a 25%
menos con relación al 2019 (…) mientras que propiedades residenciales, de alta
gama, con muchos metros cuadrados bajaron entre el 15 y 25%”.
Las familias tienen otras necesidades
La necesidad primordial de una familia, sobre todo es esta
época de pandemia, ya no radica en querer adquirir un bien inmueble, sino más
bien, está en no enfermarse y no perder su fuente de empleo, según los datos de
una encuesta elaborada por El País. Por su puesto cada caso es diferente y
mucho dependerá de cómo les ha afectado el Covid-19.
De acuerdo a los agentes inmobiliarios, los departamentos
pequeños y las soluciones habitacionales sencillas son los más requeridos por
las familias que viven o llegan a Tarija, seguidos de las casas quinta, que se
encuentran un poco alejadas de la ciudad. Esto también debido a la recesión
económica y la pandemia.
“Lo que mayormente
ahora están buscando son los departamentos chicos, de hasta 130 metros que es a
lo que llega el bolsillo del tarijeño. Los departamentos que no tienen áreas
comunes para disfrutar y con buena distribución de los ambientes”, informó
Oscar Prada a tiempo de resaltar que las dependencias para trabajadoras del
hogar se fueron eliminando de los requerimientos de las familias.
“Hay familias por ejemplo que nosotros hemos detectado que
están prefiriendo vivir en los alrededores de la ciudad, o en barrios
residenciales, pero más alejados por temas de espacio. La pandemia ha hecho que
las familias busquen más espacio y los encuentran incluso con menores precios”,
señaló.
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