El burnout es una de las más grandes preocupaciones
en el mundo corporativo. Sin embargo, muchos líderes piensan erróneamente que
darle relevancia a la salud mental de los empleados y colaboradores, podría ser
un obstáculo para el logro de objetivos empresariales.
Esta falsa creencia se basa en el paradigma de
pensar que cuidar el bienestar sicológico implica bajar el rendimiento, ya que
las personas dejarían de trabajar duro, que lo verdaderamente importante es
lograr las metas planteadas y que si las personas deciden irse de la empresa es
porque no se acoplaron a la cultura organizativa.
Tener este tipo de perspectivas solo logrará agotar
a toda una plantilla. Es egoísta y lejos de ayudar, lo que hará es atrasar las
metas planteadas porque un empleado agotado por estrés, jamás podrá tener un
buen rendimiento.
1.Mide los resultados y revisa el tiempo invertido
para lograrlo
Debemos entender que trabajar más horas no implica
hacerlo mejor, ni ser más productivo. Quien trabaja más no es un mejor empleado
exactamente, sino alguien que no sabe administrar su tiempo.
Tener esta visión corta del desempeño en el
trabajo, solo logrará que te conviertas en el ratón que corre en la rueda: por
mucho que lo intentes, no avanzarás.
2. Deja que los empleados administren su tiempo y
formas de trabajar
Todos somos diferentes, con diversas
responsabilidades fuera de nuestro ámbito laboral. Quizás lo que funciona para
mí, no funciona para ti. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es a ser
flexibles y comprensivos ante los escenarios individuales de cada persona.
Insisto: más que el tiempo invertido y las maneras
de trabajar de cada quien, lo que debemos observar es la consecución final de
objetivos. Eso es lo que verdaderamente cuenta.
3. Cultiva la felicidad corporativa
Las organizaciones deben impulsar dinámicas de
equipo que impulsen el bienestar de las personas, y que se afiancen en una
cultura de entendimiento colectivo y flexibilidad.
La salud mental debe ser más que un reto que
concierne a los departamentos de recursos humanos, ya que debe convertirse en
la palanca principal de los objetivos corporativos y prácticas comerciales de
la empresa.
Seamos conscientes del gran problema que supone el
estrés laboral, causante de pérdidas millonarias para las empresas. Asumir
nuestra responsabilidad en el bienestar común es la clave para un mundo más
empático.
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