Barbaro
Francisco Rodríguez Leal
Vivimos
en una sociedad que nos exige productividad, realización, logros, resultados,
convirtiendo así estos factores en estándares de vida, los cuales se utilizarán
para medir nuestra validez como seres sociales, en una carrera interminable por
alcanzar una única meta, “El éxito”, incluyéndose aquí el éxito laboral,
económico, amoroso, social y moral. Sin embargo, pocas veces nos han enseñado
que también está bien perder, cambiar de trabajo, elegir la inestabilidad
frente a la estabilidad, sentirnos inseguros, cambiar nuestro rumbo y
equivocarnos.
La visión o perspectiva que tenemos sobre los
acontecimientos diarios determina en gran medida las emociones y reacciones que
estos suscitan en nosotros. Un ejemplo claro de esto sería una situación
sencilla y cotidiana pero que en ocasiones puede llevar a grandes
malentendidos, y me refiero a esas ocasiones en las cuales un mensaje nuestro
mediante alguna aplicación de mensajería instantánea es leído, pero no
respondido hasta varias horas más tarde o incluso días. Este hecho puede
generar en algunas personas gran angustia, ira, pensamientos paranoicos y
negativos, mientras que en otras posiblemente pase desapercibido. Estas dos
reacciones tan distintas son provocadas por diferentes factores
circunstanciales y personales, pero sin lugar a dudas las creencias
irracionales y rígidas sobre cómo y cuándo “debería” responder la otra persona
va a jugar un papel fundamental.
Estos mismos “debería”, según la teoría racional
emotiva de Albert Ellis, los podemos encontrar en todos los ámbitos de nuestra
vida y van a ser los principales promotores de que nos hundamos en la desesperación
y el estrés frente a diferentes situaciones laborales, sociales, de pareja,
familiares y económicas. Y es que cuando creemos rígidamente que nosotros,
otras personas o la vida misma “debería” cumplir con ciertos estándares o
características estamos cerrando el paso a una de las características más
importantes para la supervivencia del ser humano, “la adaptación”.
Bárbaro
F. Rodríguez Leal es Sicólogo.
No hay comentarios.: