Lic. Shirley Suruguay A.
Educación
Inicial en Familia Comunitaria. |
La música a existido desde hace mucho tiempo atrás la cual fue usada por nuestros ancestros como intermediador de rituales además de ello, es la actividad humana más global que ha existido y aún existe, la cual es armoniosa, dinámica, sensorial, afectivo, mental e idealista.
Como padre de familia ¿usted conoce la importancia de la educación musical en los primeros años de escolaridad del niño/a? Pues para su información existen diferentes pedagogos de educación Infantil como Montessori, Decroly, las hermanas Agazzi, etc. quienes inciden en la importancia de la música en esta etapa.
Los niños/as están en contacto
incluso antes de nacer con la música, con los sonidos del ambiente que le rodea
del seno familiar; el infante debe recibir estimulación auditiva, la cual va a
ser la base para sus primeros intentos de vocalización a través de las
canciones de cuna, por su parte, proporcionan bienestar, relajación, estrechan
el vínculo de la madre con el hijo/a, siendo una actividad en la que los dos
están conectados (voz-escucha). El bebé reacciona ante estos sonidos,
produciendo respuestas y cambios según los sonidos que se emitan.
La música en la etapa prescolar
provoca en los niños/as un aumento en la capacidad de memoria, atención y
concentración; es una manera de expresarse; estimula la imaginación infantil;
al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el
desarrollo muscular; brinda la oportunidad para que éstos interactúen entre sí
y con los adultos; etc. (Sarget, 2003)
A la edad de cuatro años, el
niño/a tiene un mayor control tanto vocal como motriz, y es capaz de utilizar
su propio cuerpo para expresar sentimientos y emociones; asimismo, disfruta con
la música y con las canciones gestualizadas, e inventa pequeñas canciones y
juegos vocálicos; el niño/a es capaz de diferenciar ritmos rápidos de ritmos
lentos, es también característico de esta edad el gusto por la exploración de
objetos sonoros. En el segundo año de escolaridad que sería a los 5 años, ya su
desarrollo motor está muy desarrollado, le permite coordinar movimientos que
realice y sincronizarlos con el ritmo de la música (es decir, es capaz de
llevar el ritmo con el pie o la mano a la vez que la música está sonando).
Algunos niños/as son capaces de crear pequeñas canciones sencillas y cantar
melodías cortas. Además, sigue estando presente el interés y gusto por la
música, y en esta etapa el niño cuenta con una mayor atención y concentración.
Piaget (1896) menciona cuatro
estadios del desarrollo intelectual por los que pasan todos los niños/as
(sensomotor, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales), los
cuales tienen una serie de características: estos mantienen un orden secuencial
constante, y todos los sujetos presentan esas fases en su desarrollo pero no
necesariamente en el mismo momento, al igual que ocurre con la evolución
musical en la que cada niño/a alcanza todas esas etapas pero no tiene por qué
ser a la vez que otros alumnos/as, ya que cada niño/a tiene un desarrollo
distinto, el cual le permitirá ir adquiriendo conocimientos y habilidades
siguiendo su propio ritmo evolutivo que no tiene por qué coincidir con el de
sus compañeros.
Relacionando la teoría de Piaget con la evolución musical, se puede destacar que el niño/a actúa ante diversas situaciones de la misma manera; es decir, que actuará de una manera u otra dependiendo de la música que se le presente o las situaciones que viva en relación a la música; juega un papel fundamental lo lúdico en esta etapa, destacando el valor del juego en el tratamiento de la música ya que es en este periodo donde aparece el pensamiento simbólico, el cual es empleado en la música; es importante destacar la manipulación de objetos y experimentación con su cuerpo como objeto sonoro, pues a través de dicha experimentación se va acercando de a poco a la música.
Es evidente la vinculación que
existe entre el juego y la actividad musical, la experiencia musical y su
elaboración en forma de juego, es una característica que no se debe perder de
vista, y cualquier actividad del niño relacionada con la música, deberá reunir
las connotaciones propias del juego tales como espontaneidad, proporcionar
placer, tener un fin en sí mismo, contribuyendo a este desarrollo especialmente
con el tratamiento de las canciones musicales, a través de las cuales los
estudiantes aprenden el vocabulario, “expresión, entonación, articulación y
vocalización”, es recomendado que para ello las canciones sean fáciles de
entonar, ritmos que le sean conocidos por su lenguaje y que la armonía sea poco
compleja, de tal manera que no le separen de la melodía. Asimismo, Ceular
(2009, p.7) expone que la enseñanza de éstas sea incluyendo gestos y
movimientos, puesto que “la mejor manera de enseñar una canción y que se
realice de forma motivadora es a través de actividades y juegos”
Por todo lo nombrado hasta ahora,
se destaca que la música es un elemento que favorece e influye en el desarrollo
del infante, ya sea desde el plano psicomotor, cognitivo y emocional; por tal
motivo como padres de familia se debe realizar una estimulación temprana y en
cuanto a nuestra función como maestras de los primeros años de escolaridad en
el nivel inicial, debemos realizar actividades musicales que despierten el
interés de los mas pequeños para que todo el grupo pueda integrarse y de esta
manera fortalecer habilidades y capacidades de manera divertida.
Bibliografía
SARGET, M.A. (2003). La música en Educación Infantil:
estrategias cognitivo-musicales.
CEULAR, M.T. (2009). Educación musical en Infantil, pero como innovación y experiencias educativas, nº 15 (febrero), 1-12.
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