Tras casi dos décadas sobre las canchas, el corazón de
Sergio 'Kun' Agüero obligó a frenar y el delantero del Barcelona se ha visto
obligado a colgar las botas este miércoles por sus problemas cardíacos.
"Esta conferencia es para comunicarles que he decidido
dejar de jugar al fútbol profesional", anunció Agüero este miércoles en un
acto en el Camp Nou barcelonista.
"Es un momento muy duro", añadió un emocionado
Agüero, precisando que "primero es mi salud. Ya saben que tomé esta
decisión por el problema que tuve hace un mes".
La pesadilla para el delantero argentino, de 33 años, empezó
el 30 de octubre pasado cuando el minuto 40 del partido de Liga contra el
Alavés en el Camp Nou (1-1) se echó al suelo, mareado y agarrándose el pecho.
Atendido sobre el césped, pudo abandonar el campo por su
propio pie, pero con las imágenes del paro cardíaco sufrido por el danés
Christian Eriksen en la Eurocopa todavía frescas, el Camp Nou se quedó frío por
unos momentos.
El jugador fue trasladado a un hospital para ser sometido a
un examen cardiológico, en el que se le acabó detectando una arritmia.
Pocas esperanzas
"Es baja y en los próximos tres meses se evaluará la
efectividad del tratamiento para determinar su proceso de recuperación",
añadió entonces el Barça.
Los médicos "me han dicho que lo mejor era dejar de
jugar, he tomado la decisión hace diez días, hice todo lo posible para ver si
había alguna esperanza, pero no había muchas", aseguró este miércoles
Agüero, arropado por sus compañeros del Barça, el presidente del club Joan
Laporta, o su extécnico del City, Pep Guardiola.
El delantero azulgrana pone punto final a su carrera
deportiva tras apenas cuatro meses en el Barcelona, al que había llegado desde
el Manchester City en julio pasado con la ilusión de poder jugar junto a su
amigo Lionel Messi.
La salida del astro argentino hacia el PSG fue el primer
golpe para Agüero en el Barça, donde las cosas no le han salido tan bien como
hubiera deseado.
Una lesión en el gemelo derecho le impidió debutar con el
Barça hasta el 17 de octubre frente al Valencia y tras sólo cinco partidos y un
gol con el equipo azulgrana llegó la peor noticia con su arritmia.
Mientras otros jugadores como el extremo francés del Bayern
de Múnich Kingsley Coman o el alemán del Hertha Berlín Sami Khedira sufren un
tipo de arritmia que les permite seguir jugando en la élite, no ha sido el caso
del argentino.
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