Luego de tres días de búsqueda, fueron encontrados los cuerpos de Juan Carlos Arias y Rafael Gonzáles, de 28 y 22 años, quienes fueron linchados el fin de semana en la comunidad de Totorapampa del municipio de Vacas, en el Valle Alto de Cochabamba.
Los jóvenes, acusados de robar un vehículo, fueron
golpeados, ahogados, incinerados y enterrados a varios kilómetros del lugar
donde fueron linchados. La Policía tomó conocimiento del hecho el domingo 28 de
noviembre y, desde entonces, comenzaron las investigaciones. Los efectivos se
constituyeron el lunes a la comunidad, pero no encontraron los cuerpos ni otros
indicios puesto que los pobladores habrían hecho un “pacto de silencio”.
Las familias de las víctimas formalizaron denuncia el martes
tras reconocerlos a través de una grabación donde se los ve rodeados de varias
personas. Uno tenía las manos atadas y estaba en el piso, mientras el otro
estaba atado a un poste.
Las investigaciones siguieron hasta que aprehendieron a
Felipe G.C. y Benedicto R.C., de 48 y 43 años, como sospechosos de instigar y
linchar a los presuntos delincuentes. El primero dijo, en su declaración
informativa, que fue testigo de las agresiones y posterior incineración de los
presuntos ladrones, según el informe policial.
El segundo implicado es el hombre al que le habrían robado
su vehículo en la localidad de Loma. Declaró que fue interceptado por los
jóvenes, que iban a bordo de una motocicleta, con arma de fuego y que lo
obligaron a descender de su movilidad. Le ataron los pies y las manos y lo
abandonaron. Más tarde, un comunario lo encontró, auxilió y alertó a la
población del robo.
La gente, al anoticiarse de lo ocurrido, rodeó y linchó a
los jóvenes. Los habrían metido al agua hasta ahogarlos. Luego, al propietario
del vehículo le ordenaron que se lleve los cuerpos, los queme y desaparezca,
según su declaración. Hay otras ocho órdenes de aprehensión contra presuntos
implicados en las muertes. En tanto, continúan las investigaciones.
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