En Turquía, el número de muertos se elevó a 5.894, según el último balance de las autoridades, mientras que en Siria murieron al menos 1.932 personas
Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria
luchaban el martes contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a
supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya superó los 7.800
muertos.
La ayuda internacional debe empezar a llegar el martes a las
zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas. La primera sacudida, en la
madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7,8 y se sintió hasta en Líbano,
Chipre y el norte de Irak.
En Turquía, el número de muertos se elevó a 5.894, según el
último balance de las autoridades, mientras que en Siria murieron al menos
1.932 personas, lo que suma un total de 7.826 víctimas mortales.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado
de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias del sureste
azotadas por el sismo.
En base a los mapas de la zona afectada, una responsable de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que
"23 millones de personas están expuestas" a las consecuencias del
terremoto, "incluyendo cinco millones de personas vulnerables".
"Es una carrera contra el reloj", advirtió el
director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
A veces con las manos desnudas, los socorristas continuaron
la dramática búsqueda de supervivientes durante la noche, desafiando al frío,
la lluvia o la nieve y el riesgo de nuevos derrumbes.
En Jindires, un localidad siria en la frontera con Turquía,
una recién nacida, todavía con el cordón umbilical unido a su madre fallecida,
fue hallada viva entre los cascotes de un edificio.
Más al sur, en Alepo, Mahmud al Ali esperaba junto a un
edificio destruido. "Mi suegra, mi suegro y dos de sus hijos (están
atrapados)", dijo. "Estamos aquí sentados, en el frío y la lluvia,
esperando que los socorristas empiecen a excavar".
En la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, rescataron
con vida a una niña de 7 años que había quedado bloqueada bajo una montaña de
escombros. "¿Dónde está mi madre?", dijo la pequeña, con su pijama
rosa manchado de polvo, en brazos de un socorrista.
El futbolista ghanés Christian Atsu, exjugador del Málaga y
del Chelsea y que fichó en septiembre por el Hatayspor, fue encontrado vivo
entre las restos de un inmueble.
- Primera ayuda internacional -
Las malas condiciones meteorológicas en la región de
Anatolia complican las labores de rescate y ensombrecen las perspectivas de los
supervivientes, que se calientan en tiendas o junto a hogueras improvisadas.
La ayuda internacional a Turquía debe empezar a llegar el
martes con los primeros equipos de socorristas procedentes de Francia y Catar.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió a su
homólogo turco "toda la ayuda necesaria, sea la que sea".
El contingente francés pretende llegar hasta Kahramanmaras,
en la zona del epicentro, una región de acceso difícil y sepultada bajo la
nieve.
China anunció el martes el envío de una ayuda de 5,9
millones de dólares, mientras que Emiratos Árabes Unidos prometió 100 millones
de dólares para Siria y Turquía. Por su parte Arabia Saudita anunció un puente
aéreo para proporcionar ayuda.
Según Erdogan, 45 países ofrecieron ayuda, incluido Ucrania,
que anunció el envío de 87 socorristas a Turquía, a pesar de estar en plena
guerra con Rusia.
En cambio, el llamado lanzado por el gobierno de Siria
recibió por ahora respuesta de Moscú, su aliado, que prometió equipos de
socorro "en las próximas horas", además de 300 militares rusos que ya
se encuentran en el lugar para ayudar en el rescate.
La ONU también reaccionó, pero insistió en que la ayuda debe
llegar a toda la población siria, incluida la parte que no está bajo control de
Damasco.
La Media Luna Roja siria instó a la Unión Europea a levantar
las sanciones contra el régimen.
- Dormir al raso -
Los balances a un lado y otro de la frontera no dejan de
aumentar y, teniendo en cuenta la magnitud de la destrucción, pueden seguir la
misma tendencia.
Solo en Turquía, las autoridades contabilizaron casi 5.000
inmuebles derrumbados.
Además, la caída radical de las temperaturas conlleva un
riesgo suplementario de hipotermia para los heridos y las personas atrapadas
bajo los escombros.
El lunes, se registraron hasta 185 réplicas, además de las
dos sacudidas principales: una de 7,8 en medio de la noche (04H17 locales) y la
otra de magnitud 7,5 al mediodía.
Las réplicas continuaron durante la madrugada del martes. La
más fuerte, de magnitud 5,5, ocurrió a las 6H13 locales (3H13 GMT) a 9 km al
sureste de Gölbasi (sur de Turquía).
Las autoridades turcas habilitaron gimnasios, escuelas y
mezquitas para albergar a los supervivientes. Pero por temor a nuevos sismos,
muchos habitantes prefirieron pasar la noche al raso.
"Todo el mundo tiene miedo", aseguraba en
Sanliurfa (sureste de Turquía) Mustafa Koyuncu, un hombre de 55 años que pasó
la noche con su mujer y sus cinco niños en el coche familiar.
Es el terremoto más importante en Turquía desde el ocurrido
el 17 de agosto de 1999, que causó la muerte de 17.000 personas, un millar de
ellas en Estambul.
AFP
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