BBC Mundo
En la localidad, una de las primeras en caer en manos del
ejército del Kremlin, hay pocos alimentos y medicamentos esenciales.
Más de quince días después de caer bajo la ocupación rusa,
los residentes de Jersón hacen frente a una grave escasez de suministros, al
tiempo que realizan protestas diarias contra las fuerzas del Kremlin.
La población, además, está preocupada ante la posibilidad de
otro enfrentamiento por el aumento de bombardeos a las afueras de la ciudad,
que pueden significar el impulso ucraniano para recuperar la zona, un punto
clave del sur del país.
Las explosiones que atemorizan a los locales sacudieron las
ventanas de la oficina de Yuri Stelmashenko mientras trabajaba en un edificio
gubernamental en el centro de Jersón el martes.
Cuando ocurrió el estruendo, el vicealcalde de la ciudad
explicaba en una llamada telefónica que allí solo quedan alimentos y
medicamentos para menos de una semana.
"¿Puedes escuchar los bombardeos afuera? No muy lejos.
Desafortunadamente, tenemos que acostumbrarnos a esta aterradora
realidad", dijo Stelmashenko con calma.
"Nos han dejado aquí solos, no hay otra autoridad
legítima además del alcalde. Los funcionarios rusos vinieron a nuestra oficina
y acordamos que seguiríamos trabajando. Pero no está claro cuánto tiempo
continuaremos", agregó.
Informes señalan que Rusia podría organizar un referéndum en
Jersón para decidir su independencia de Ucrania, como lo hicieron anteriormente
en Crimea después de invadir el territorio en 2014, así como en las áreas
separatistas de Donetsk y Lugansk.
Pero Stelmashenko rechazó la idea de que esto suceda en su
ciudad y dijo que tenía claro que no había apoyo para las acciones de Moscú
entre la población, que mayoritariamente habla ruso.
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