Como una gigantesca culebra que serpentea los caminos de Nor y Sud Yungas, miles de campesinos hambrientos y cansados avanzan lentamente hacia la ciudad de La Paz. 45 kilómetros los separa de su objetivo de llegar a la 'hoyada paceña' y hacer cerrar un mercado ilegal de coca que el Gobierno se empeña en mantener abierto para sus bases.
Mujeres de la tercera edad, madres acompañadas de sus hijos o muchachos que reemplazan al jefe de familia remontaron los cerros del subtrópico paceño para llegar a La Paz y exigir su única demanda; mientras el Gobierno promueve reuniones con sus aliados para atender supuestamente otras demandas de la región.
“Adepcoca es una asociación de cocaleros y Los Yungas es más que eso, hay muchas demandas y estamos trabajando en eso”, dijo esta noche el ministro de Desarrollo Rural, Remmy Gonzáles, al finalizar la primera jornada de reuniones con alcaldes aliados del MAS en Los Yungas.
Sin embargo, los cocaleros tienen su propio objetivo y afirman que la principal actividad agrícola de los yungueños es el cultivo del arbusto que les permite sobrevivir desde hace cientos de años.
“¿Acaso el Gobierno sabe lo que pasamos?, ni siquiera caminos puede construir, hay camino al norte de La Paz, pero eso ¿en qué nos beneficia a nosotros?. No existe carretera a Nor y Sud Yungas, peor a Inquisivi. La coca hacemos llegar de la misma forma que hacían nuestros abuelos, a lomo de burro hasta cierto lugar y después en auto por caminos de tierra”, relató Alcides Parra, uno de los productores que marcha con sus compañeros desde su comunidad.
Cuando el día caía los miles de cocaleros hicieron un alto en su caminata y decidieron pernoctar en la comunidad de Pongo, a 45 kilómetros de La Paz. “Mañana será un día duro”, adelantaron los dirigentes y con mucha razón, pues les falta remontar La Cumbre, la zona que separa a La Paz del subtrópico paceño. Los campesinos que usualmente atraviesan envueltos en frazadas cuando viajan en camión, este miércoles deben hacerlo a pie y lentamente.
La Cumbre es el paso obligado para llegar a La Paz y está ubicado a 4.700 metros sobre el nivel del mar (msnm), el oxígeno escasea, los gélidos cerros desprenden su aire y el cañadón es un largo pasillo helado, sin importar la hora de la caminata.
Mientras, en los pueblos donde quedaron otros campesinos, organizan el arribo de sus paisanos a La Paz, muy pocas veces el mercado de Adepcoca recibe la cantidad de gente que está caminando desde el domingo.
El Gobierno
El ministro de Desarrollo Rural decidió cruzar a la marcha y llamó a los alcaldes y concejales de la zona productora de coca a quienes ofreció millonarios proyectos en un intento por desbaratar la caminata y prometió que estas autoridades sí se reunirían con el presidente Luis Arce, como corolario de estos encuentros.
El Gobierno admitió que desconocía la realidad de los yungueños, después de tantos años de gestión del MAS al frente del Gobierno. En estos días el expresidente Evo Morales está recorriendo la región subtropical con sus escuelas de formación política.
“Nos estamos empezando a conocer con los directos actores de la zona, ver su realidad, conocer sus demandas, sus aspiraciones, que por diferentes razones no fueron atendidas y ahora queremos hacerlo como Gobierno”, admitió el ministro en conferencia de prensa.
De ese modo el Gobierno intenta minimizar la marcha de los cocaleros de quienes el ministro espera que lo convoquen para que sea el mediador del conflicto. Dijo que él ya invitó a negociar y que no fue escuchado, ahora esperará que la invitación parta de los cocaleros.
El Deber
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