La falta de agua y de forraje en la llanura chaqueña de la
comunidad Taringuiti, distante 40 km de Villa Montes (Tarija) -carretera hacia
Paraguay-, empieza a pasar factura a las familias ganaderas de esta zona que
reportan la mortandad de 30 a 40 animales bovinos.
Según el dirigente de los ganaderos de Taringuiti, Javier
Cuéllar, la sequía ha empezado a castigar con dureza, principalmente al hato
bovino, de los puestos ganaderos de la zona. La falta de agua en los atajados y
de disponibilidad de forraje natural se ha convertido en la principal amenaza
para las familias que se dedican a la cría y reproducción de bovinos.
El dirigente pecuario hizo notar que estos dos factores
están provocando el adelgazamiento y pérdida de peso de los animales, que están
sucumbiendo a las orillas de los reservorios artificiales de agua habilitados
por los propios ganaderos. “Lo que se pide es la intervención urgente de las
autoridades de los tres niveles de Gobierno en lo relacionado con el acarreo y
dotación de agua para el consumo humano y animal, y de forraje para el ganado,
y así mitigar los efectos de la sequía”, anotó Cuéllar.
El problema de la falta de agua y de forraje se extiende a
Chuquisaca. Desde la Federación de Ganaderos de este departamento, el
presidente Édgar Gutiérrez, señaló que el estado de situación, asociado con la
sequía, es crítico. Refirió que los campos agrícolas y puestos ganaderos de
comunidades de Villa Guzmán, Macharetí, Guacareta e Ivo son las zonas más
castigadas. En el ámbito pecuario, según dijo, la incidencia de mortandad
animal es alta.
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