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abril 09, 2023

Adiós, sargento Oliver: fallida' misión encubierta, tiro certero y el fin de una banda que sembraba terror


El reciente asesinato de un sargento de la Policía de La Guardia, Santa Cruz, causó conmoción en Bolivia. Oliver Ramiro Mendoza Orias, de 29 años, era funcionario policial desde hace unos ocho años y se desempeñaba en el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Un disparo en la cabeza acabó con su vida la madrugada del martes 4 de abril en la zona del Mirador, donde un grupo delincuencial, liderado por Ovidio Robles Palachay, sembraba terror cometiendo atracos armados y violaciones contra mujeres.

Por su muerte, el cabecilla de esa banda fue condenado a 30 años de cárcel en el penal de Palmasola. Cinco cómplices suyos se encuentran con detención preventiva y otra, vinculada al crimen, obtuvo medidas sustitutivas.

La misión encubierta salió mal. Uno de los tres policías de La Guardia, designados a esa operación, no salió con vida. El sargento era casado y tenía un hijo, menor de edad. El caso de Mendoza Orias se suma a la lista de oficiales asesinados en servicio. 

AGENTES ENCUBIERTOS 

La Policía de La Guardia comenzó en marzo a recibir denuncias de robos armados y violaciones contra mujeres en el Mirador, un sitio turístico donde propios y extraños se dan cita para observar la ciudad de Santa Cruz. Desde entonces, los funcionarios policiales estaban haciendo vigilancia para capturar a los delincuentes avezados que estaban sembrando terror.

El sargento Oliver Mendoza estaba de turno el 4 de abril. Fue designado, junto a dos camaradas, a la operación encubierta. Antes, se comunicó con su esposa, Estefani F., para pedirle que descanse tranquila porque él estaría en su hogar en unas horas más, pero no pudo cumplir su promesa. 

Los tres oficiales a bordo de un vehículo particular para no alertar a los delincuentes se constituyeron al Mirador. Ovidio Robles, junto a otro miembro de su banda, estaba buscando a su próxima víctima en un auto que había robado solo una hora antes. Según las investigaciones, al líder (de 24 años) le interesaba encontrar parejas porque no solo les robaba sus pertenencias, sino violaba a mujeres y luego les tomaban fotografías para callarlas diciéndoles que si se animaban a denunciar iban a ser buscadas y asesinadas. Caminaban armados, por lo que las afectadas atemorizadas se veían obligadas a guardar silencio. 

Ese día, Ovidio puso su mirada en un vehículo, sin saber que al interior estaban tres policías. Se acercó a la movilidad, pero al percatarse que los ocupantes eran tres efectivos disparó al que estaba en el asiento de acompañante. Se trataba de Mendoza, quien recibió un tiro en la cabeza.

Hubo un cruce de fuego hasta que los delincuentes se metieron en el monte aprovechando la oscuridad y corrieron en direcciones opuestas. Los oficiales priorizaron el auxilio de su camarada herido, pero no resistió. Mendoza llegó sin vida al Hospital Rómulo Gómez. Todo eso ocurrió al promediar la 01:00. 

La Policía desplazó un fuerte contingente policial que logró en menos de 24 horas desbaratar la banda delincuencial que segó la vida del oficial y que venía sembrando terror en La Guardia, Porongo y orillas del río Piraí.

A LA 'CAZA' 

La Policía capturó primero a Carlos Aurelio P.M. y Wilfredo P.M. en un domicilio de la avenida Gualberto Villarroel, a la altura del kilómetro nueve. Secuestraron armas de fuego, ropa camuflada, prendas con manchas rojizas (presuntamente sangre), linternas, celulares, taladro, relojes, billetera y tarjetas bancarias. 

Otro miembro de la banda, Luis Yalmar R.R., cayó en una casa de la localidad de Quebrada Seca. Luego, dieron con Chayan Y.P. y su esposa Celia R.V., quienes admitieron haber recibido munición y armas de fuego usadas en el asesinato de Mendoza. En su vivienda ubicada en el barrio Tajibos encontraron una pistola de fabricación casera, revólveres de distintas marcas y calibres y munición.

Ovidio Robles, asesino confeso del sargento, fue capturado en inmediaciones de la avenida Virgen de Luján, al promediar las 21:00. Tenía un revólver con seis proyectiles percutidos en tambor y un celular con aparente impacto de proyectil de arma de fuego. Su pareja también fue aprehendida con fines investigativos.

Robles se declaró culpable y, en una audiencia de juicio realizada el jueves 6 de abril, un juez lo sentenció a 30 años de presidio por asesinato, robo agravado y asociación delictuosa.

Su caída permitió sacar a luz otros hechos delictivos que estaban en la impunidad. Algunas personas se animaron a denunciar a Ovidio por robo y/o violación. También reconocieron a otros miembros de su banda. Se investigarán estas causas.


Adiós, sargento Oliver: fallida' misión encubierta, tiro certero y el fin de una banda que sembraba terror Reviewed by Jorge Molina on abril 09, 2023 Rating: 5 El reciente asesinato de un sargento de la Policía de La Guardia, Santa Cruz, causó conmoción en Bolivia. Oliver Ramiro Mendoza Orias, de 29...

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