BBC Mundo
La cuarta en la línea de sucesión al trono, prometida con un
autoproclamado chamán, ha generado controversia por promover tratamientos sin
fundamento científico
La princesa Marta Luisa de Noruega renunció a sus funciones
reales para centrarse en el negocio de medicina alternativa que regenta con su
prometido, un autoproclamado chamán.
Aunque mantendrá su título, la cuarta en la línea de
sucesión al trono del país europeo deja a un lado sus deberes oficiales para
"crear una línea divisoria más clara" entre su rol privado y público.
Su prometido, Durek Verrett, ha promovido prácticas médicas
sin bases científicas, sugiriendo entre otras cosas que el cáncer es una
elección.
Marta Luisa renunció a su "papel de mecenazgo" ya
que ella y Verrett buscan separar con claridad sus actividades y las de la Casa
Real de Noruega, explicó el palacio en un comunicado.
Agregaron que Marta Luisa mantendrá su título por decisión
del rey noruego Harald V.
"Ella cumplió sus funciones con calidez, dedicación y
un profundo compromiso", recoge el comunicado.
Tras el anuncio, el rey describió a Verrett como "un
gran tipo" y aseguró que "es muy divertido estar con él".
"Tiene un gran sentido del humor y nos reímos mucho,
incluso en este momento difícil. Creo que tanto nosotros como él hemos
adquirido una mayor comprensión de lo que sucede y hemos acordado no estar de
acuerdo", explicó Harald V a periodistas noruegos.
El rey Harald V con Marta Luisa en 2017. Aunque Marta Luisa
es la primogénita, ocupa el cuarto lugar en la línea de sucesión al trono ya
que en Noruega rige la ley sálica.
En su propia declaración, la princesa Marta Luisa aseguró
ser "consciente de la importancia del conocimiento basado en la
investigación", pero afirmó que la medicina alternativa puede ser "un
complemento importante para ayudar al sistema médico convencional".
Agregó que era importante distinguirse "como persona
privada por un lado y como miembro de la Familia Real por el otro".
Años de críticas y acusaciones
La princesa, de 51 años, ha generado controversia en Noruega
durante décadas por promover tratamientos alternativos, entre ellos la creación
de una escuela para ayudar a las personas a "ponerse en contacto con sus
ángeles".
También ha sido acusada de usar su título real para obtener
ventaja competitiva en sus actividades privadas.
En 2002 se casó con el escritor y artista noruego Ari Behn,
con quien tuvo tres hijas. Se divorciaron en 2017 y Behn, que sufría depresión,
se suicidó el día de Navidad de 2019.
En junio, la princesa se comprometió con Verrett. Había
anunciado la relación en una publicación de Instagram de 2019, anticipando
posibles críticas.
En el post, afirmó: "Para aquellos que sienten la
necesidad de criticar: conténganse. No depende de ustedes elegir por mí o
juzgarme. Shaman Durek simplemente es un hombre con el que amo pasar mi tiempo
y que me llena".
Pese a aquella publicación, la pareja fue objeto de intensas
críticas en Noruega, y Verrett ha sido calificado en numerosas ocasiones como
un "charlatán", un estafador y un teórico de la conspiración.
La ex primera ministra noruega Erna Solberg describió sus
puntos de vista como "muy extraños" y "no basados en
hechos", y agregó que sus ideas promueven teorías de la conspiración.
El "visionario" que asegura haber resucitado
Durek Verrett, un afroestadounidense que se describe a sí
mismo como un "chamán de sexta generación", afirmó haber resucitado
de entre los muertos y haber predicho los ataques del 11 de septiembre en
Estados Unidos dos años antes de que ocurrieran.
Marta Luisa de Noruega y su prometido, el autoproclamado
chamán Durek Verrett
Ha atribuido a su color de piel las críticas que recibe y ha
asegurado que "nunca había sufrido tanto racismo" como cuando llegó a
Noruega.
También se ha comparado con Albert Einstein y Thomas Edison,
de quienes destacó que eran "genios" e "incomprendidos".
En su sitio web, se describe a sí mismo como un
"visionario de la 'Era del Ahora'" que "desmitifica la
espiritualidad". Afirma que su trabajo influyó en las actrices Gwyneth
Paltrow y Nina Dobrev.
Según una encuesta publicada en septiembre, solo el 13% de
los noruegos consideraban a la princesa Marta Luisa apta para representar a la
familia real en eventos oficiales.
"Creo que, más que de la princesa como persona, se
trata más bien del fenómeno ocultista con el que se la ha asociado",
declaró un biógrafo real a medios noruegos.
No hay comentarios.: