En Argentina las víctimas son explotadas con trabajo forzoso. Hay bolivianos que explotan a sus compatriotas.
Cruzan la frontera pensando que vendrán días mejores. Saben que van a Argentina a trabajar, pero lo que no saben es que serán explotadas con trabajos forzosos con muy poca remuneración económica. En el vecino país hay muchos varones y mujeres bolivianos que sufren este tipo de abuso. En un número menor hay víctimas de la explotación sexual.
Hace dos semanas reventó el caso de un empresario, que ahora está prófugo, que explotaba en una ladrillera en la ciudad General Las Heras, en la provincia de Buenos Aires, en Argentina, a 14 personas. Seis de los rescatados son bolivianos. Todos vivían en condiciones mínimas y eran obligados a trabajar más de 14 horas.
Los agentes argentinos pudieron detectar que las víctimas trabajaban en condiciones miserables y vivían en el mismo lugar con parte de sus familias, entre los que había niños y bebés recién nacidos. De acuerdo con el informe policial, el propietario les cobraba el alquiler de viviendas inhabitables, ya que ni siquiera contaban con servicio de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica y gas. Además, el empresario los sometía a jornadas laborales extensas y salarios por debajo de la mitad del sueldo de mercado para esa actividad.
En este grupo hay seis bolivianos. Tres de ellos vivían en esas condiciones con sus familiares. De ellos todos tienen niños a su cuidado. Los compatriotas llegaron a Argentina con engaños. El empresario les ofreció buenas condiciones de vida y un salario más o menos aceptable.
Explotadores bolivianos
No fue así. Llegaron hace dos meses a suelo argentino. El empresario, a través de intermediarios, los contactó por redes sociales con ofertas laborales. Aceptaron y viajaron cruzando la frontera. Fueron por Yacuiba, al sur de Tarija, y llegaron hasta Buenos Aires. De ahí los llevaron a General Las Heras. Se conoció en el país vecino que no tenían los papeles en regla para trabajar en esa nación.
“(El empresario) se aseguraba tenerlos ahí para hacerlos trabajar a gusto y placer. No poseían los equipos necesarios para realizar el trabajo, por lo que obviamente su salud se veía afectada. Obviamente (el empresario) evadió aportes sociales. El empleador minimiza el gasto y maximiza las ganancias”, dice el informe de agentes argentinos publicado en medios de ese país.
Otro caso que destapó hace un mes es más cruel. La Policía de Buenos Aires allanó en abril un domicilio de la localidad de Villa Celina, partido de La Matanza, donde funcionaba un taller clandestino de costura y donde eran explotadas laboralmente al menos 25 personas. Todos de nacionalidad boliviana.
La Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas de la Fiscalía de Argentina detectó que en el grupo de los 25 bolivianos había menores de edad. Lo peor de este caso es que el explotador también es boliviano. El dueño de la fábrica textil abusó a sus connacionales cobrando alquiler por cuartos oscuros sin servicios. El pago: mucho menos de lo que se acordó en Bolivia. Así, hay varios casos de explotación laboral en Argentina.
El Deber
No hay comentarios.: