A menos de un día de vencer el plazo para la firma de la sexta adenda al contrato de compraventa de gas natural con Argentina, la empresa Integración Energética Argentina (Ieasa) no descarta que se caiga la negociación con Bolivia, se retorne a los términos originales del contrato de 2006 para aplicar penalidades económicas a nuestro país, informó ayer el portal Río Negro.
Mientras tanto, un especialista en hidrocarburos consultado
por Los Tiempos observa una estrategia de presión al Gobierno boliviano para
reducir costos.
La medida busca generar una compensación monetaria para
cubrir los costos de importación de GNL que Argentina debería asumir, en el
caso de que Bolivia no logre satisfacer el volumen requerido por el vecino
país.
El pedido se realiza desde hace 16 años, y se trató de
resolver con cinco adendas previas que redujeron el volumen exportado hacia
argentina de 27 millones de metros cúbicos día (MMm3d) en 2006 a 14 MMm3d en 2021,
como consecuencia de la declinación de la producción de hidrocarburos
bolivianos.
En medio de las negociaciones, medios argentinos dieron a
conocer el jueves, que YPFB ofreció enviar 9 MMm3d, lo que representa un 35,71
por ciento menos que lo realizado en 2021.
“En ese escenario de tensas negociaciones, fuentes del
Gobierno al tanto de las tratativas advirtieron que Ieasa no descarta que se
caiga la negociación por una nueva adenda”, informó ayer el medio de
comunicación Río Negro.
Los funcionarios argentinos explicaron que se pretende
recuperar fondos para compensar la importación de GNL y gasoil. Sin embargo,
advierten que la suma de dinero no resuelve el problema.
“El Gobierno (argentino) estimó que el gas boliviano tendrá
este año un precio de 7,47 dólares por millón de BTU (British Thermal Unit),
mientras que el gasoil importado se estima que cotizará a 15 dólares para esa
equivalencia, y el GNL llegaría gasta los 23 dólares por millón de BTU, con lo
cual aún haciendo los reclamos y cobrando de YPFB las multas, lo percibido
alcanza para comprar entre la mitad y un tercio del gas que YPFB no enviaría”,
señala Río Negro.
Para el experto en política energética Francesco Zaratti,
las declaraciones del Gobierno argentino son una estrategia para presionar a
YPFB en la tensa negociación.
“Argentina va a pretender una compensación en el precio del
gas, solicitará a YPFB un menor precio si recibe menos volumen porque tiene que
comprar el gas faltante a un precio más caro”, destacó.
Señaló que Bolivia necesita divisas y debe evitar multas,
proyectando una negociación difícil y compleja.
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