AFP
Defensores de derechos humanos denuncian casos de violencia
policial, que incluyen civiles muertos a manos de uniformados. La Unión Europea
se sumó a las advertencias y pidió "evitar el uso desproporcionado de la
fuerza"
La ONU, la Unión Europea y Estados Unidos denunciaron este
martes un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía de Colombia
para controlar casi una semana de violentas protestas contra el gobierno que
dejan una veintena de muertos y centenares de heridos.
"Estamos profundamente alarmados por los
acontecimientos ocurridos en la ciudad de Cali (...) la pasada noche, cuando la
policía abrió fuego contra los manifestantes que protestaban contra la reforma
tributaria, matando e hiriendo a varias personas", declaró en Ginebra
Marta Hurtado, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos.
Lo que empezó el miércoles como una manifestación pacífica
en rechazo a una reforma fiscal ya retirada se transformó en graves protestas
contra el gobierno. Según datos oficiales las jornadas dejan 19 muertos (al
menos tres por disparos), 89 personas desaparecidas y 846 heridos.
En la tarde de este martes hay bloqueos en las vías de los
departamentos de Cundinamarca (centro), Meta (centro), Quindío (centro-oeste) y
Valle del Cauca (suroeste).
También hay manifestaciones en Bogotá y en Cali, tercera
ciudad del país, capital del Valle del Cauca y la más afectada por los disturbios.
Hurtado hizo "un llamado a la calma (...) Dada la
situación extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados para
vigilar la protesta".
Defensores de derechos humanos denuncian casos de violencia
policial, que incluyen civiles muertos a manos de uniformados.
La Unión Europea se sumó a las advertencias y pidió
"evitar el uso desproporcionado de la fuerza".
Cali en llamas
Las protestas del lunes se tornaron violentas en Cali. La
ciudad de 2,2 millones de habitantes está militarizada desde el viernes por
orden del gobierno. Manifestantes aseguran que la fuerza pública abrió fuego
contra civiles.
Según la alcaldía local, el lunes por la noche murieron
cinco personas y 33 quedaron heridas. La Defensoría del Pueblo no ha
corroborado estas cifras.
A los desmanes se suman bloqueos en las principales vías de
esa región que provocan desabastecimiento de gasolina y preocupación por el
paso de camiones con oxígeno e insumos médicos en plena pandemia.
El Defensor del Pueblo (Ombudsman), Carlos Camargo, afirmó
que un miembro de la entidad y otras cuatro personas fueron atacados por
uniformados mientras asistían a detenidos en Cali.
"Fueron objeto de amenazas por parte de agentes de la
policía nacional quienes dispararon en repetidas ocasiones al aire y al piso,
tiraron granadas aturdidoras, los maltrataron verbalmente y les exigieron
retirarse del lugar", precisó.
El presidente, Iván Duque, respaldó la actuación de la
fuerza pública en una alocución este martes.
"Nada justifica que haya personas armadas que,
amparadas en el deseo legítimo de la ciudadanía de hacer marchas cívicas,
salgan a disparar a ciudadanos indefensos y a agredir cruelmente a nuestros
policías", declaró.
Tres uniformados han recibido disparos desde el inicio de
las protestas.
Según el mandatario, la fuerza pública es víctima de
agresiones orquestadas por los grupos armados que operan en el país tras más de
medio siglo de un conflicto interno. La firma del acuerdo de paz con la
guerrilla FARC en 2016 no cesó la violencia.
Duque anunció el desplazamiento de varios ministros a Cali.
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