El primer trimestre
del 2021 el barril de referencia para Bolivia ronda los 60 dólares y se prevé
que se mantenga, frente a los 40 de 2020 y las caídas abruptas de 2015, 2016 y
2017. Otras materias primas también suben.
En medio de un panorama
sombrío en lo económico, el precio del barril de petróleo West Texas
Intermediate (WTI), el de referencia para Sudamérica y para el cálculo de los
precios de exportación de gas boliviano, ha experimentado un fuerte
incremento en el primer trimestre de 2021. Así lo corrobora el dato del
Instituto Nacional de Estadística publicado esta semana entre todas las
referencias de commodities mundiales.
En concreto, el barril de
petróleo WTI cotizó en promedio en el primer trimestre de 2021 a 57,84 dólares,
casi un 20 por ciento más que los 42,56 que cotizó en el último trimestre de
2020 y doce dólares más que en el primer trimestre de 2020, en el que se
promedió 45,98 dólares por barril.
2020 fue un mal año para la
cotización del barril de petróleo, ya que en el segundo trimestre volvió a
marcar mínimos por la pandemia y los problemas de almacenaje que generó. En ese
trimestre promedió 27,79 dólares.
En 2021, por el contrario, el
barril empezó cotizando en enero a 52,10 dólares, subió a 59,06 en febrero y
marcó máximo anual en marzo con 62,35 dólares. La tendencia se ha mantenido en
abril, donde se ha cerrado con 61,71 dólares. Los analistas prevén que el
barril de petróleo WTI se mantenga este año entre los 60 y los 65 dólares e
incluso subir ligeramente en función de los datos económicos que arroje Estados
Unidos. Para Bolivia esto supone estar unos doce dólares por encima de lo
presupuestado en el Presupuesto General del Estado, que por ser año electoral
se subió ligeramente ese capítulo.
Un año no tan complejo
En cualquier caso, la
evolución de las regalías tarijeñas depende también de los volúmenes exportados
tanto a Brasil como a Argentina, y según el reporte del Instituto Nacional de
Estadística, se han vendido un 23 por ciento menos en este primer trimestre. En
términos económicos, de Tarija han salido 280 millones de dólares, lo que la
liquidación de regalías – a trimestre posterior vencido – serán unos 25 millones
de dólares (175 millones de bolivianos) puesto que del 11 por ciento se
descuenta una parte proporcional de transporte y otros conceptos.
Este 2021, sin embargo, se
prevé bastante mejor que los años anteriores, donde el barril de referencia ha
sufrido mucha variación. En 2009, por ejemplo, cotizó a 61,65 dólares, que es
similar a lo previsto para este año. En 2010 subió a 79,43 en promedio, en 2011
a 95,05, en 2012 estuvo en 94,16 y en 2013 marcó el record histórico llegando a
cotizar a 97,94 dólares en promedio.
A finales de 2014 se
empezaron a sentir los efectos de la inundación de petróleo de esquisto y el
barril empezó a bajar, cerrando un promedio anual de 93,11 dólares, pero el
desastre vino en 2015, con una abrupta caída de casi el 50 por ciento cotizando
en 48,71 dólares en promedio anual, lo que siguió en 2016, marcando el mínimo
desde 2004 con 43,19 dólares por barril.
En 2017 el barril empezó
lentamente a recuperarse llegando a una media anual de 50,91 y en 2018 alcanzó
los 64,82, aunque vino otro ajuste en 2019 que cerró en 57,01 y finalmente los
problemas pandémicos y de almacenaje de 2020 que lo han dejado en 39,31 dólares
por barril. Para este 2021 la estimación es que cotice entre los 60 y 65, y de
momento, los datos del primer trimestre lo corroboran.
En cualquier caso, la
preocupación presupuestaria tiene que ver con los volúmenes, puesto que las
últimas modificaciones de contrato han permitido rebajar las obligatoriedades
de compra de Brasil y Argentina 14 y 10 millones de metros cúbicos respectivamente.
Otros productos
comercializados
En general, todos los
commodities se han apreciado en el primer trimestre del año, lo que es un
indicador de la evolución de la economía – mayor demanda, menor oferta -. En lo
que respecta al kilo de pollo sube a 1,83 dólares. La tonelada de urea, con
referencia en Ucrania, sube de 245 dólares a 317,63; la del kilo de carne de
res, con referencia en Australia, que sigue prácticamente congelado en 4,61
dólares; la onza troy de oro, tradicional valor refugio, baja ligeramente de
1.875 dólares a 1.797; la tonelada de maní sube unos cien dólares hasta los
1.796 y la de maíz pasa de 191 a 241 dólares.
Respecto a los minerales más
comercializados desde Bolivia, la plata sube de 24,43 a 26,27 dólares la onza y
la tonelada de estaño a 25.099 dólares desde los 18.810 en los que estaba. De
la agroindustria, el sorgo sube a 0,15 dólares la libra, doblando la cotización
de 2020, mientras que la harina de soya cotiza a 531 dólares la tonelada.
La tentación de cambiar la
referencia de precio
En Bolivia los contratos
siguen firmados con referencia al WTI, aunque en algunos momentos se ha
barajado cambiar al Henry Hub, de referencia en Estados Unidos, y que ha pasado
de 2,46 dólares por millón de BTU a 3,43 en el primer trimestre de 2021. Mismo
salto se ha dado en el mercado del Gas Licuado, de referencia en Japón, y que
ha pasado de los 6,90 dólares por millón de BTU a los 8,93 dólares, aunque la
apreciación tiene que ver con la mayor demanda de los meses de invierno en el
hemisferio norte.
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