El grupo terrorista Estado Islámico (EI) se responsabilizó
ayer de un ataque contra una mezquita chií que dejó al menos ochenta muertos y
unos cien heridos en el norte de Afganistán, el segundo gran atentado de los
yihadistas desde que los talibanes tomaron el control de Kabul el pasado 15 de
agosto.
En un breve comunicado difundido en sus canales de
propaganda a través de internet, la rama afgana del EI afirmó que el ataque
suicida perpetrado por uno de sus combatientes con un chaleco explosivo causó
más de 300 víctimas entre muertos y heridos.
El grupo radical detalló que el terrorista suicida hizo
explotar su chaleco en el interior de la mezquita en medio de los “renegados”,
tal y como denomina el EI a los seguidores de la rama chií del islam.
Los yihadistas han atacado en otras ocasiones a los civiles
chiíes, tanto en Afganistán como en otros países como Irak, donde suelen ser
blanco predilecto del EI.
El atentado de ayer tuvo lugar durante la hora del rezo del
viernes, el más importante de la semana, en una concurrida mezquita situada en
la zona de Sayed-Abad en Kunduz, capital de la provincia homónima.
“Una fuerte explosión tuvo lugar en la mezquita Sayed-Abad,
en la que ochenta personas de la comunidad chií que acudieron a los rezos han
muerto y unas cien más han resultado heridas”, dijo a Efe Ghulam Rabani Rabani,
un antiguo miembro del consejo provincial de Kunduz.
Videos de la mezquita tras la explosión muestran decenas de
cuerpos cubiertos de sangre con miembros amputados y tendidos en el suelo, entre
escombros y los gritos de angustia de las personas que se afanaban por prestar
ayuda.
Los talibanes han confirmado la explosión pero por el
momento no han aportado datos oficiales de víctimas en este atentado, el
segundo con decenas de fallecidos que reivindica el EI, después del ataque
contra el aeropuerto de Kabul que el pasado 26 de agosto causó unos 170
muertos.
EEUU anuncia reunión presencial con talibanes
Estados Unidos y los talibanes iniciarán hoy su primer
diálogo presencial desde la retirada de Afganistán, donde un atentado suicida
reivindicado por el grupo Estado Islámico causó al menos 80 muertos en una
mezquita de Kunduz (noreste).
Una delegación estadounidense se reunirá con representantes
del movimiento islamista hoy y mañana en Doha, la capital de Catar, indicó un
portavoz del Departamento de Estado.
La administración norteamericana ha mantenido contacto con
los nuevos dirigentes de Afganistán desde la toma de Kabul en agosto, pero este
será el primer encuentro presencial.
“Presionaremos a los talibanes para que respeten los
derechos de todos los afganos, incluidas las mujeres y las niñas, y para que
formen un gobierno inclusivo con un amplio apoyo”, dijo el portavoz.
Esta reunión no implica en ningún caso un reconocimiento del
régimen talibán, añadió el vocero. “Cualquier legitimidad debe ganarse a través
de las propias acciones de los talibanes”, señaló.
Este movimiento se anunció horas después de un mortífero
atentado perpetrado durante la oración de mediodía en una mezquita chiita de
Kunduz, que causó muchas víctimas.
El grupo EI, que también llevó a cabo un atentado contra
otra mezquita de Kabul el pasado domingo en el que murieron cinco personas,
reivindicó el ataque en uno de sus canales de Telegram.
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