En 17 meses de
gestión, Salvador Romero, presidiendo el TSE, dirigió dos eventos electorales
de cuya limpidez nadie que se halle en su sano juicio, pondrá en entredicho. En
esa corta gestión, venció no solo la desconfianza y la mala fe de quienes
auguraban o deseaban se reiterasen las vergonzosas actuaciones de los
tribunales electorales anteriores, copados e instrumentados por quienes
orquestaron acto dolosos detonantes para la renuncia al cargo y el
abandono del país por la línea del escape del gobernante de entonces y sus
inmediatos colaboradores. También enfrentó la pandemia que dificultaba, en gran
manera, la realización de los comicios, sin embargo, previstos y salvados con
acierto las adversidades, las elecciones se llevaron a cabo con gran
participación ciudadana y sin ninguna observación, hecho que motivó
ponderaciones de gobiernos e instituciones internacionales.
La presidente de
iure Dra. Janine Añez asumió el compromiso constitucional de institucionalizar
el gobierno, para ello convocó a próximas y legítimas elecciones, proponiendo,
con legítimo derecho, el nombre del Licenciado en Ciencias Políticas, ex
vocal y vicepresidente de la Corte Departamental Electoral de La Paz y luego,
en 2004, de la Corte Nacional Electoral.
Durante el tiempo
que ejerció las altas funciones, se puede afirmar con rotundidad que no buscó
encumbradas dignidades, sino, encumbrada dignidad, como el mismo resalta en su
despedida y no existe la mínima razón para dudar: "Parto como llegué….
indiferente a los pasajeros oropeles de la función… con los mismos valores,
intactos… con tranquilidad de ánimo, consciencia y espíritu"
Carta de despedida
que contrasta con la incoherente participación del príncipe de la
simulación, quien mediante mensaje sostiene: “La renuncia de Romero es la
prueba inobjetable de que nunca hubo fraude. Al comprobar que la verdad y la
búsqueda de justicia se acercan a autores y cómplices del golpe, deja el cargo
para deslindar cualquier responsabilidad”.
TEXTUAL
"CUCHO" JORDÁN Q.
Abogado, docente
e historiador del Derecho.
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