Los fármacos falsificados, expirados y de contrabando que
fueron incautados en los cuatro operativos realizados en Desaguadero y la
ciudad de La Paz, en las últimas dos semanas, prácticamente llenaron los
depósitos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Agencias
Se trata de cientos de medicamentos que aún no fueron
cuantificados oficialmente, pero según el jefe de División Anticorrupción, Luis
Fernando Guarachi, la mercancía fue valuada en más de un millón de dólares.
Se trata de más de 500 cajas “de todo tamaño, de todo tipo y
de todo precio (...). Hemos estimado que todo está valuado en más de un millón
de dólares, sólo en productos”, dijo Guarachi.
Señaló que en el operativo realizado el sábado por la noche
en pleno centro de la ciudad de La Paz se dio con tres depósitos que eran
utilizados por la red de falsificadores de medicamentos. Sería la incautación
más grande después de la de Desaguadero.
Productos bolivianos
En el último operativo la Policía verificó que varias cajas
contenían productos de industria boliviana que no estaban adulterados e incluso
eran fármacos nuevos, recién sacados al mercado. “Nos llama la atención que ellos tengan estos
fármacos que no deberían, porque los laboratorios bolivianos sólo deberían
vender a farmacias con autorización”, indicó.
Agregó que esto da a entender que “este negocio ha ido
evolucionando de manera tal que no sólo se falsificaba, sino que también se
vendían los originales a otras farmacias que no tenían la autorización, a un
mercado informal. Ahí está el negocio de ellos de comprar y vender más caro”.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, confirmó que según
las investigaciones, la procedencia de los fármacos secuestrados es una fábrica
ubicada en Arequipa, Perú. Estos eran introducidos al país mediante
contrabando. Por ello, se coordina con la Policía peruana para indagar si los
medicamentos eran metidos a Bolivia ya adulterados.
El 29 de marzo la Policía, en coordinación con la Fiscalía, realizó
la primera intervención a un depósito en Desaguadero, el cual pertenece a una
red de falsificadores de medicamentos
que en cinco años -según las primeras investigaciones- logró establecer toda
una cadena delincuencial que incluía el acopio, la adulteración, la
distribución y el cobro de dinero.
No hay comentarios.: