El agua proviene de la serranía del Aguaragüe a través de cañerías
hasta las viviendas sin recibir el tratamiento respectivo y las familias sólo
cuentan con ese servicio del líquido elemento para consumo humano.
El Gran Chaco/
El barrio 1ro. de Mayo, está ubicado en la comunidad de San Isidro
cerca del barrio San Juan y es un barrio de nueva creación que tiene muchas
necesidades, pero el principal problema es que no cuentan con agua potable y
sólo se abastecen del agua que baja por cañerías desde la toma de agua que
existe en una de las quebradas de la serranía del Aguaragüe. Piden a
autoridades de turno, trabajar en un proyecto de agua potable para las 60
familias del mencionado barrio que está creciendo permanentemente.
“Nosotros no consumimos agua potable, consumimos agua que viene de la
quebrada y esa agua es contaminada donde van animales. Cuando agarramos el agua
en un vaso, podemos observar larvas y gusanos, el cual tenemos que hacer hervir
y si no hacemos hervir estamos propensos a infecciones”, expresó Piter
Carballo, dirigente de la Organización Territorial de Base (OTB).
Poco más de un mes atrás, habían solicitado al Gobierno Municipal
trabajar en un proyecto de agua potable debido a la gran necesidad que tienen
los vecinos del sector y existe el compromiso asumido, pero hasta el momento no
conocen qué tipo de trabajos se efectuará para dotarles de un servicio acorde a
las necesidades, aunque comprenden que es un proceso largo para la perforación
de un pozo o potabilizar el agua que actualmente consumen.
“El agua que consumimos viene de una toma de la quebrada, la cual
construyeron la gente de la comunidad de San Isidro, hace 40 o 50 años atrás,
la cual baja mediante una cañería de Yacimientos y esos ductos nunca los
cambiaron. Yo no sé porqué las autoridades de las comunidades no hicieron
gestiones anteriormente, porque es de gran necesidad el servicio de agua
potable para evitar problemas en la salud de los niños”, refirió el dirigente.
En temporada de lluvias, el agua sale turbia e igual tienen que
consumir porque no cuentan con otra alternativa y las familias que viven en el
lugar son de escasos recursos económicos. Actualmente ellos pagan a la
comunidad de San Isidro del consumo que tienen de ese líquido elemento.
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