RFI
Las casas de nueve responsables de Hamás han sido atacadas
por aviones y drones
A pesar de los llamados a la desescalada, los
enfrentamientos continúan entre Israel y Hamás en el séptimo día desde que
aumentaron las tensiones.
Durante la noche del domingo al lunes, como desde hace una
semana, los intensos bombardeos israelíes sacudieron la Franja de Gaza. La
aviación israelí ha bombardeado el enclave decenas de veces en pocos minutos,
provocando cortes de electricidad. Cientos de edificios resultaron dañados,
según las autoridades locales, que no informaron de víctimas inmediatas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron los
ataques explicando que estaban dirigidos a "objetivos terroristas",
sin dar más detalles.
Las casas de nueve responsables de Hamás han sido atacadas
por aviones y drones, como también una de las entradas a la red de túneles
excavados por Hamás, apodada el "metro de Gaza", que se ha convertido
en objetivo de repetidos ataques aéreos, informa nuestro corresponsal en
Jerusalén, Christian Brunel.
En otras palabras, todo indica que todavía no hay voluntad
de negociar el alto el fuego. Pero en el frente diplomático, el primer ministro
israelí Benjamín Netanyahu dijo que empezaba a haber presión, en referencia al
cambio de tono de Estados Unidos. El secretario de Estado estadounidense,
Antony Blinken, proclamó en Twitter: "¡La violencia debe cesar
inmediatamente!"
Blinken estuvo en contacto con autoridades en Arabia
Saudita, Qatar y Egipto, que podrían servir de intermediarios para lograr una
negociación.
La violencia "tiene el potencial de provocar una crisis
de seguridad y humanitaria incontrolable y fomentar todavía más el
extremismo", alertó el domingo el secretario general de la ONU, Antonio
Guterres, en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad.
"Este ciclo insensato de derramamiento de sangre,
terror y destrucción debe cesar inmediatamente", imploró, aunque la
tercera reunión virtual terminó sin avances.
“Pensé que iba a morir”
"Nunca sufrimos ataques de esta magnitud", dijo
Mad Abed Rabbo, de 39 años, que vive en el oeste de la ciudad de Gaza.
"Sentí que iba a morir", dijo una residente antes de añadir:
"Netanyahu debe darse cuenta de que somos civiles, no militares”.
"En Gaza hay una densidad de población muy alta, por lo
que en cualquier ataque siempre existe el riesgo de tocar a personas que viven
cerca del objetivo previsto. Y hoy, dada la situación, no podemos determinar si
un objetivo es un objetivo militar legítimo o no", dijo a RFI Fabrizio
Carboni, director del CICR para Oriente Medio.
Enfrentamientos
La última gran confrontación entre Israel y Hamás remonta al
verano de 2014. El conflicto de 51 días destrozó la Franja de Gaza y dejó al
menos 2.251 muertos de lado palestino, la mayoría civiles, y 74 en filas
israelíes, en su mayoría soldados.
La actual violencia estalló tras una andanada de cohetes
disparados por Hamás contra Israel en "solidaridad" con centenares de
palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en Jerusalén Este,
en unas manifestaciones provocadas por la amenaza de expulsión forzada de
familias palestinas a favor de colonos israelíes en el barrio de Sheij Jarrah.
El domingo por la noche, en ese barrio, un vehículo embistió
a una patrulla israelí dejando varios heridos. La policía anunció que dio
muerte al atacante.
Además informó que hizo "cierto número de
detenciones" tras los enfrentamientos nocturnos registrados en otros
sectores de Jerusalén Este, ocupado y anexado por Israel.
Las hostilidades se extendieron a Cisjordania, territorio
palestino también ocupado por Israel desde 1967 donde los enfrentamientos con
el ejército israelí han causado 19 muertos palestinos en la última semana.
Israel también se enfrenta en su territorio a violencia
intercomunitaria en las ciudades mixtas donde viven judíos y árabes israelíes.
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