Ecos de Tarija
La Secretaría de Hidrocarburos fue sobre todo simbólica y
reivindicativa ante el Gobierno nacional, aunque en los últimos años pasó a la
irrelevancia pese a los problemas del sector y los fracasos exploratorios
En el nuevo gabinete que Oscar Montes posesionará en los
próximos días no habrá Secretario de Hidrocarburos. Así se pone fin a una era
que tomó vuelo desde 2006, en la Prefectura de Mario Cossío, y que ha dado
algunos momentos memorables, y otros ciertamente para olvidar.
El Gobernador prevé recortes para aplicar un plan de
austeridad, y la Secretaría de Hidrocarburos se transformará en una Dirección
de la Secretaría de Desarrollo Productivo, aunque bien podría ubicarse dentro
de la secretaría política, pues es lo que esencialmente ha hecho en los últimos
años.
Tarija vivió años de bonanza económica a partir de 2006
luego de que se consolidara el mercado brasilero, donde se colocaba el gas
extraído desde las profundidades de San Antonio (Villa Montes) y San Alberto
(Caraparí), y, sobre todo, se descubriera el megacampo de Margarita, salvado de
lo que hubiera sido un ruinoso negocio – el LNG Pacific – en 2003 y que fue
pilar para la reanudación de las exportaciones a Argentina.
La bonanza, sin embargo, parece tocar a su fin en estos
años. Los datos de exportación todavía evidencian ritmos de 2010-2012, ya que,
en el primer trimestre de este año, por ejemplo, Bolivia ha vendido 499
millones de dólares de los que 280 han salido de Tarija, sin embargo, las
proyecciones productivas son muy pesimistas para el departamento, luego de que
fracasaran los dos proyectos estrella: Boyuy en Caipipendi y Jaguar X6 en
Huacareta.
El cierre de la Secretaría marca una especie de cambio de
época, como de cierre de la era del gas en la que ha vivido Tarija en los
últimos quince años y que Montes plantea sustituir por la era del agua y el
desarrollo agropecuario.
Gestión y visión
La Secretaría se llama desde siempre Secretaría de
Hidrocarburos, aunque en realidad incluya “y Energía”, por ende, Servicios
Eléctricos de Tarija (Setar), que es a lo que en realidad se han dedicado los
secretarios posesionados desde siempre, y no con mucho éxito, mientras que el
tema de los hidrocarburos ha quedado relegado a una especie de dirección
jurídica – para reclamos ante el Gobierno estatal – y de cotejo estadístico.
El área de hidrocarburos siempre fue competencia exclusiva
del Gobierno nacional, sin embargo, desde la Gobernación se implementó la
Secretaría para rivalizar incluso en la promoción de políticas públicas sobre
esa área, y ciertamente al principio resultó ser útil para ello, y se hicieron
propuestas sobre la Ley de Hidrocarburos, la exportación o la
industrialización.
Después de los primeros años, la Secretaría se fue olvidando
progresivamente de los asuntos petroleros y gasíferos y no se recuerda ninguna
propuesta relevante que se haya hecho desde aquellas oficinas.
Por ejemplo, la Secretaría no tuvo un papel importante en el
conflicto y negociación por el megacampo Margarita, que acabó reduciendo
sustancialmente lo que se ingresa por regalías, pero tampoco ha tomado papel ni
por la exploración en Tariquía, ni asociado a la industrialización, ni
preocupado por las nuevas formas de exploración petrolera ni por las cuestiones
que atingen a la renegociación de contratos y demás.
El Centro de Monitoreo
En los tiempos de Lino Condori y ante las sospechas de que
YPFB no liquidaba las cuentas de regalías adecuadamente, se implementó en el
departamento un Centro Nacional para el Control y Monitoreo de volúmenes
extraídos de Tarija, que, aunque en realidad administraba los mismos datos
facilitados desde la Unidad Nacional de YPFB, con todo, permitió tener reportes
propios más actualizados de la producción y de los precios.
Mario Cavero, Dino Beltrán, Freddy Castrillo y hasta Boris
Gómez Úzqueda son algunos de los hombres que han asumido la cartera cuyo legado
es muy discutible.
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