EFE
Las víctimas se encontraban en una finca en la vereda
(aldea) de Cerro Rico, cuando a las tres de la madrugada del domingo llegaron
cuatro hombres armados, timbraron a la puerta y los mataron a tiros.
Decenas de personas acudieron este lunes a los velatorios de
los cinco jóvenes estudiantes, tres hombres y dos mujeres, de entre 17 y 18
años, que fueron asesinados el fin de semana mientras se encontraban en una
finca en la localidad de Buga, en el suroeste de Colombia.
"A veces en Colombia se vuelve cultura estos hechos de
violencia y lo que queremos nosotros con esto es que en la memoria histórica
esto no desfallezca porque son jóvenes y niños", dijo hoy a Efe el que fue
su rector en el Liceo de Los Andes, Robinson Lizcano Echeverry.
Las víctimas fueron Juan Pablo Marín Pérez, Nicolás Suárez
Valencia, Sara María Rodríguez García, Valentina Arias y Jacobo Pérez, quienes
se encontraban en una finca en la vereda (aldea) de Cerro Rico, cerca del casco
urbano de Buga, cuando a las tres de la madrugada de este domingo llegaron
cuatro hombres armados, timbraron a la puerta y los mataron a tiros.
Cuatro de ellos murieron en el acto y Jacobo Pérez fue
trasladado a un centro asistencial donde murió el domingo por la tarde. Los
atacantes también hirieron al mayordomo de la finca, Ramiro Martínez, de 60
años, y a otro menor de 17 años, Santiago Tascón.
Hasta el momento se desconocen los motivos de la matanza y
la primera hipótesis de la Fiscalía fue que al parecer intentaron secuestrar al
hijo del propietario de la finca, que es un ingeniero.
"Se dan cuenta de que no alcanzan a secuestrar a esta
persona que se pensaban llevar y es donde ocurre el infortunado hecho del
tiroteo", dijo este domingo el secretario de Seguridad de Cali, Carlos
Alberto Rojas, a Noticias Uno.
En Buga, situada en el departamento del Valle del Cauca,
reina la indignación y la tristeza y la Alcaldía decretó tres días de luto
oficial mientras que familiares y amigos hicieron misas y homenajes a las
víctimas.
JÓVENES CON UNA CARRERA POR DELANTE
Los cinco jóvenes eran amigos de la infancia, fueron juntos
al colegio y estaban en la finca, propiedad del padre de Jacobo, para despedir
a Juan Pablo, que se iba a mudar a Medellín para estudiar, según medios
locales.
En los vídeos que publicaron esa misma noche en redes
sociales se les podía ver riendo, festejando, mientras inflaban flotadores y
jugaban a lanzar fichas a la rana.
"Nicolás, Jacobo, Juan Pablo, Sara y Valentina eran
jóvenes con sueños, con disposición de trabajo... Eran jóvenes que estudiaban,
se esforzaban, con familias de profesionales que todos los días trataban de
hacer patria para que sus hijos tuvieran la mejor educación", recordó
Lizcano.
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