Lic. Edwin R. Condori Flores
Después de la
declaratoria del Estado de Emergencia Sanitaria por COVID-19, que fue anunciado
por la presidente Jeanine Añez en el mes de marzo de la anterior gestión, la
educación en nuestro país ha dado un giro imprevisto y ha desnudado las
debilidades del sistema educativo y las realidades económicas, sociales y
culturales de las familias que tienen hijos inscritos en la escuela.
Al clausurar la
gestión escolar, se clausuró también el derecho a la educación y se dejó un
vacío irreparable en los procesos educativos que se venían dando por los
maestros comprometidos con su vocación, quienes buscaban las formas de llegar a
sus estudiantes a través de cartillas pedagógicas, sesiones virtuales y el uso
de redes sociales para compartir las actividades educativas, pero toda esa
intención se fue mermando por el desinterés de algunos estudiantes y la falta
de apoyo de algunos padres que basándose en los problemas económicos justificaron
su ausencia.
Hoy empieza un
nuevo reto para los maestros de aula, particularmente para los maestros
rurales. Las “reglas del juego” están dadas. Durante el primer trimestre
debemos adoptar la modalidad a distancia para prevenir el contagio entre estudiantes;
pero ante este nuevo reto nos preguntamos reflexivamente ¿Existen condiciones
para seguir adelante? ¿Los maestros continuarán aportando de su bolsillo para
el fotocopiado de cartillas pedagógicas para los estudiantes que no tienen
condiciones económicas? Como éstas, hay muchas interrogantes que merecen ser
respondidas por las autoridades que tienen la obligación de brindar el apoyo a
la educación.
La educación a
distancia implica el uso de herramientas y materiales de apoyo que les permitan
interconectarse e intercambiar conocimientos para generar procesos educativos.
En lugares periurbanos pueden darse las condiciones para acceder a un apoyo
virtual utilizando las herramientas tecnológicas, pero también se tiene que
tomar en cuenta el costo del servicio en un tiempo recurrente planificado por
los maestros. En comunidades alejadas, al parecer, las únicas opciones viable son
el uso de cartillas pedagógicas y la educación por radio. Afortunadamente, a
través de la UNEFCO, muchos maestros se están capacitando en el uso de
aplicaciones y herramientas digitales para crear, producir y difundir audios,
podcast (emisión de radio que se puede descargar de internet) educativos que en
cierta forma les permitirán crear programas de radio para trasmitirlos en emisoras
locales que tengan buen alcance, pero aquí también surge una interrogante ¿Los
medios de comunicación otorgarán un espacio gratuito dentro de su programación?
Lo cierto que es
los maestros rurales despertaron de su letargo y empezaron a empoderarse de
capacidades y habilidades tecnológicas para afrontar con más herramientas la
nueva modalidad de atención educativa. Están preparando sus cartillas
pedagógicas cada vez con más elementos curriculares, con objetivos pedagógicos
claros y fáciles de comprender, sabiendo que muchas veces no estarán junto a
sus estudiantes cuando las interpreten. Se están grabando y regrabando en vídeos
haciendo ademanes y posturas que les permitan una buena presentación cuando las
compartan con sus pupilos para explicarles un tema específico. Están trabajando
sin horarios, investigando contenidos del currículo priorizado en YouTube,
Google u otro buscador, para adecuarlos a la realidad de sus estudiantes.
Aunque también hay maestros a los que les falta comprender el sentido
sustancial de su profesión y están esperando que las cosas se den.
Hoy inicia la
gestión escolar, inicia un nuevo reto para todos nosotros, es hora de mostrar
nuestro potencial como maestros y sobrellevar esta etapa de crisis con la
cabeza en alto y la mirada fija en nuestros objetivos educativos, ya tenemos
las herramientas, ya estamos capacitados, solo necesitamos dar el primer paso y
ese paso lo daremos con firmeza en nuestras actitudes y con dulzura en el
corazón.
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