Efe
El economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, derecha, expone las proyecciones de ese organismo, ayer en Washington.
Latinoamérica resistirá este año al fuerte impacto mundial de la guerra de Ucrania y los últimos coletazos de la pandemia, y crecerá un 3,5%, por encima de la media global, aunque en 2023 la región se verá arrastrada por los malos datos de sus socios comerciales, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo ha publicado ayer su último Informe sobre las perspectivas económicas mundiales, en el que revisa las proyecciones de crecimiento que hizo en abril pasado, y mejora las de Latinoamérica en medio punto, hasta ese 3,5% (3 décimas más que el mundo en su conjunto), aunque rebaja en tres décimas el del año que viene, hasta el 1,7%.
El mejor resultado de 2022 será posible gracias a los precios favorables de las materias primas, las aún buenas condiciones de financiación externa y la normalización de actividades en “sectores de contacto intensivo”, como la hotelería y la alimentación, que en su momento fueron los más afectados por la pandemia.
Sin embargo, se espera que el crecimiento en la región se desacelere a finales de este año y en 2023, a medida que se debilite el crecimiento de los países socios, se endurezcan las condiciones financieras y se debiliten los precios de las materias primas.
Así, la economía en Latinoamérica y el Caribe crecerá de media sólo el 1,7% en 2023, la mitad de lo esperado para 2022 y muy lejos del 6,9% alcanzado en 2021.
De las dos principales economías de Latinoamérica y el Caribe, México y Brasil, el país norteamericano crecerá el 2,1% este año (tres décimas menos que lo estimado en julio pasado) y el 1,2% el año próximo, un porcentaje que no ha variado.
En cuanto a Brasil, crecerá el 2,8% este año, 1,1 puntos más que lo estimado en julio, mientras que en 2023 ralentizará su crecimiento hasta el 1% (una décima menos de lo previsto anteriormente).
Malo para el norte
El FMI dibuja un panorama sombrío para los principales socios comerciales de la región: EEUU, China y Europa. Así, rebaja las previsiones de crecimiento del país norteamericano siete décimas hasta el 1,6% y mantiene el dato del que viene en el 1%.
China crecerá menos de lo esperado, el 3,2% este año —cifra que supone una fuerte desaceleración respecto al 8,1% alcanzado en 2021— y el 4,4% en 2023.
La zona euro, por su parte, crecerá el 3,1% en 2022 (medio punto más que lo previsto en julio) pero se desplomará hasta el 0,5% el año próximo (siete décimas menos que lo estimado anteriormente).
Casi ocho meses después de que Rusia invadiera Ucrania ha saltado un primer tabú: las principales instituciones internacionales hablan abiertamente de recesión.
Lo que más preocupa es la inflación creciente
Lo que más le preocupa al organismo crediticio es la persistente inflación, tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes.
El índice promedio alcanzará 6,6% a nivel global a finales de año, y eso sin contar los precios de los alimentos y de la energía, más volátiles, que se dispararon como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El organismo dirigido por la búlgara Kristalina Georgieva estima que en Latinoamérica y el Caribe los precios subirán este año un 14,1% de media.
En 2023 la vida seguirá encareciéndose en la región el 11,4% y en cinco años, en 2027, se espera que el principal indicador de los precios se sitúe en el 5,7%.
Estas estimaciones, precisa el FMI, incluyen desde el año 2017 a Argentina, pero no a Venezuela, dos de los países con los precios más volátiles de la región.
No hay comentarios.: