EFE
Argentina inició este domingo una nueva extensión en las
medidas para frenar la Covid-19, entre ellas el cierre de fronteras para el
turismo, mientras avanza la vacunación a menor ritmo del proyectado
originalmente por el Gobierno y en un contexto de incertidumbre por el
comportamiento que tomará el virus con la llegada del otoño, en marzo.
Por medio de una decisión publicada en el Boletín Oficial,
el Ejecutivo de Alberto Fernández prorrogó hasta el 28 de febrero la
prohibición de acceso al país a extranjeros o no residentes en Argentina, salvo
que sean parientes directos de argentinos o residentes, así como la suspensión
de vuelos desde y hacia Reino Unido, para evitar la nueva cepa del virus.
También se seguirán determinando los cronogramas de vuelos y
la cantidad de pasajeros que podrán ingresar al país, "especialmente"
los provenientes de EEUU, México, Europa y Brasil.
Además, como ya venía sucediendo, el Gobierno recomienda a
los argentinos y en especial a los mayores de 60 años o de grupos de riesgo
"diferir" sus viajes al exterior si no son por un motivo esencial.
Distanciamiento social
En la actualidad, 157.615 personas transitan en Argentina la
enfermedad, que desde marzo de 2020 ya lograron superar 1,72 millones pero que
deja hasta ahora 47.974 fallecidos. Mientras, todo el país se encuentra bajo
medidas de distanciamiento, social preventivo y obligatorio, que regirán, tras
la extensión iniciada ayer, hasta al menos el 28 de febrero.
Con carácter general, estas siguen siendo mantener la
distancia social de dos metros, usar tapabocas y cumplir los protocolos
aprobados para cada actividad permitida comercial o cultural permitidos, cuyo
funcionamiento depende de cada distrito siguiendo las recomendaciones de las
autoridades nacionales.
Ya el 8 de enero, para frenar los repuntes de contagios que
se estaban dando durante las primeras semanas del verano austral -con imágenes
de playas llenas y fiestas clandestinas- el Gobierno emitió un decreto en el
que pedía a los gobernadores provinciales restringir la circulación nocturna si
así lo requiriera la situación epidemiológica.
Las miradas se posaron especialmente en la provincia de
Buenos Aires, la más visitada por sus localidades costeras, que suspendió entre
la 1 y 6 de la madrugada toda actividad recreativa en concurridos municipios,
algo parecido a lo que sucedió en la capital argentina, donde tampoco se
restringió la circulación de personas, pero sí el cierre de locales nocturnos
en esas horas.
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