Anuncian
medidas de protesta e iniciarán "movilizaciones, paros, marchas y no se
descarta demandas civiles o penales ante el Ministerio Público por atentado a
la salud pública. Señalan que frente al "jolgorio de la población"
los profesionales se juegan la vida.
Encabezados por el Servicio Departamental de Salud, y con el
respaldo de diversas instituciones de la salud, los profesionales exigen
a las autoridades municipales y departamentales una cuarentena rígida de 14
días como única
medida para cortar los contagios. Establecen un plazo de 48 horas para que se
asuma la medida.
El vicepresidente del Colegio Médico de Santa Cruz, Luis Enrique Aguilera, en
representación de todas las instituciones del sector salud declara
que "la única estrategia válida para interrumpir la cadena de
transmisión de
la enfermedad, actualmente, es la implementación de una cuarentena
rígida de 14 días en
todo el departamento de Santa Cruz".
Aguilera justifica esta
medida "ante la actual situación epidemiológica que está fuera de
control por la duplicación
sostenida de casos desde hace 6 semanas". En el comunicado también señala
que "el aumento de la letalidad, la saturación de los servicios de salud y el
incumplimiento de la población de las medidas de prevención" son otros factores
que inciden en la decisión asumida por los profesionales de la salud.
Además, considera
que "la flexibilización decretada por el nivel municipal y el
insuficiente control en las actividades" favorecen el incremento de
contagios.
La declaración cuenta con el respaldo del Sedes, como ente rector de la
salud en el departamento, además de los colegios profesionales
de médicos, de enfermeras, bioquímica y farmacia, fisioterapia y
kinesiología. También se suman el comité
científico departamental y Fesirmes.
Kadija Ovando, vocera de Fesirmes, asume la medida ante la crítica
situación en la que se encuentra el sector. "Los
profesionales y trabajadores de salud estamos debilitados y no aguantamos
más", confiesa.
A pesar del
desgaste, reafirma el compromiso que han mantenido durante toda la pandemia y
reconoce que "la población nos necesita y vamos a estar a su
lado".
Con expresión de dolor,
recuerda que son varios profesionales que ya han perdido la vida. A pesar de
los homenajes y reconocimientos, Ovando enfatiza que "no vamos a perder más colegas, no vamos
a perder más profesionales en salud". Y por ello, la cuarentena rígida se
convierte en una exigencia por
parte de los trabajadores de salud.
Las instituciones que
suscriben la declaratoria establecen un plazo de 48
horas para que "las autoridades se sienten, analicen técnicamente y dicten
una cuarentena rígida". Caso contrario, advierte Ovando a nombre del Fesirmes y los
colegios profesionales, iniciarán "movilizaciones,
paros, marchas y no descarta demandas civiles o penales ante el Ministerio
Público por
atentado a la salud pública".
Entre las acciones de
protesta también contemplan la entrega de mandiles a "las autoridades que competen en caso
de que no nos den las
condiciones y la población siga en este jolglorio por la flexibilización", recalcó Kadija Ovando.
Junto al pronunciamiento
leído por el vicepresidente del Colegio Médico, también han
solicitado a la población "actuar con responsabilidad" e insisten en que las autoridades
"tengan una posición clara para mitigar esta pandemia". Ovando
concluye recalcando que "una vida no tiene precio" a pesar de que se
quiera priorizar la recuperación económica como proponen algunas autoridades.
El director del Sedes, Marcelo
Ríos, indicó que "la salud está muy complicada y actualmente no van a alcanzar los
establecimientos que ya se tienen" para atender a la gente. La
cuarentena permitirá "ralentizar una situación de saturación en el sistema de
salud", aclara la autoridad.
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