Causan fuertes daños en la infraestructura y temor en su camino hacia Ucrania, los ataques con drones se han vuelto cada vez más comunes en la incursión rusa. El armamento estaría siendo importado de Irán, una presunta colaboración que ha sido criticada por EEUU y la Unión Europea (UE).
El viernes último, los líderes de la UE condenaron “enérgicamente” el apoyo a Irán en la guerra en Ucrania. Por su parte, EEUU aseguró el jueves que militares iraníes están sobre el terreno en Crimea dando asistencia técnica a las tropas rusas para lanzar drones de fabricación iraní.
Dos anuncios que se dan en una semana en la que Moscú ha intensificado sus ataques con los denominados como Shahed-136, también conocidos como drones kamikaze o suicidas. A pesar de las negativas por parte del Kremlin, hay múltiples acusaciones de que estos son suministrados por Irán y nombrados en Rusia como Geran-2.
Alarmas
Ucrania, por su parte, ha encendido las alarmas. Debido a los recurrentes ataques con drones, más de 1.000 localidades ucranianas presentaron cortes de electricidad por los bombardeos rusos esta semana. A pesar de ello, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró que “el hecho de que Rusia pida ayuda a Irán es el reconocimiento por parte del Kremlin de su fracaso militar y político”.
Estos drones no son los más sofisticados, pero cuentan con las ventajas de ser poco costosos y de poder ser lanzados en grandes grupos. Además, Ucrania carece de una protección antiaérea totalmente efectiva ante los ataques con estos equipos.
Shahed-136, kamikaze
Son conocidos como drones kamikaze, porque se destruyen cumpliendo su misión. Su nombre “Shahed-136” quiere decir “testigo” en persa. Miden 3,5 metros de largo, tienen una envergadura, la distancia entre sus dos alas, de 2,5 metros y pesan casi 200 kilos.
Tienen forma de flecha y, tal como mostró The Washington Post, tienen una hélice a motor que les permite sobrevolar “durante horas antes de fijarse en un objetivo y atacar”.
Según expone la revista estadounidense Foreign Policy, estos no son los drones más tecnológicos. “No son particularmente rápidos y funcionan con un motor de dos tiempos poco sofisticado similar al de una cortadora de césped. Tampoco van a acercarse sigilosamente a nadie: las tropas rusas los han apodado ‘ciclomotores’ (bicicletas motorizadas) por el zumbido que hace su motor”.
“Baratos”
Y pueden costar unos 20.000 dólares por unidad, según indica Radio France Internationale (RFI), lo cual resulta mucho más barato que otros armamentos como misiles tácticos o balísticos.
Además, los Shahed-136 cargan con una ojiva de más de 36 kilos en la parte delantera. Estos drones pueden lanzarse desde diferentes tipos de vehículos con bastante facilidad.
La, también estadounidense, revista Forbes asegura que estos aparatos podrían tener una cámara infrarroja que podría hacer más difícil su alcance debido a no contar únicamente con un sistema GPS.
“Esto explicaría cómo han sido capaces de destruir objetivos como vehículos blindados: la pequeña ojiva del Shahed requiere un impacto directo para destruir un blanco difícil y el GPS por sí solo probablemente no lo acercaría lo suficiente, incluso si el vehículo pudiera ubicarse con alta precisión”, señala el artículo de Forbes.
¿Por qué los usa Rusia?
Varias son las razones a las que apuntan los analistas sobre el uso de estos drones por parte de Rusia. Primero, está el cambio de la estrategia, una que comenzó siendo ideada para unos cortos meses de guerra.
Como afirma a RFI Manuel de Moya, historiador y colaborador del portal de análisis Descifrando la guerra, “Rusia se metió en esta guerra en febrero con un cálculo a corto tiempo (…), que en un par de semanas o mes y medio, lo que sería los combates principales podrían haber concluido. Esto no se ha producido, así que ahí hubo un fallo de cálculo por parte de la estrategia rusa. Han tenido que echar mano de muchas municiones”.
Otra razón sería por las sanciones que soporta Rusia. Así lo señala el Washington Post: “Mientras Rusia agota su reserva de misiles guiados de precisión y se esfuerza por comprar o hacer reemplazos mientras está bajo sanciones, los drones de Irán ofrecen una alternativa precisa de alcance medio”.
Además, su precio permite compensar que su impacto no sea el mismo que el de los misiles que Rusia ha usado durante la guerra. Esto, en la medida en que puede comprar en cantidad y enviar múltiples drones al mismo tiempo.
Así lo señaló Samuel Bendett, asesor del grupo de expertos CNA para Foreign Policy: “El objetivo de usar esos Shaheds es que vuelan en grandes grupos y pueden abrumar las defensas aéreas (…) Todo lo que se necesita es uno o dos de ellos para escabullirse”.
Además, tiene un punto estratégico y es que su vuelo no es tan alto y se vuelven difíciles de derribar por los sistemas que ha venido usando Ucrania durante los meses de guerra.
A pesar de que los ataques con drones estuvieron en el centro del debate los últimos días, no es la primera vez que Rusia ha usado este tipo de armamento. De hecho, EEUU ha reportado que a finales de agosto Moscú recibió cerca de 1.000 drones de Irán, varios de estos fueron usados para atacar la ciudad de Odessa, en el sur del país.
Además, drones con estas características se han usado en los enfrentamientos entre Azerbaiyán y Armenia hace dos años con drones turcos, según explica De Moya.
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