EFE
Recibida primero con escepticismo, la vacuna rusa contra la
Covid-19 Sputnik V ha convencido desde entonces sobre su eficacia a los
expertos, según la revista especializada The Lancet. Un éxito científico y
político para la Rusia de Vladimir Putin.
Desde las primeras semanas de la pandemia, el presidente
ruso ordenó al aparato científico, político y militar lanzarse a la batalla
para que Rusia sea la primera en desarrollar una vacuna.
En la primavera boreal de 2020, el director del instituto de
investigación Gamaleya, Alexander Guintsburg informó de haber desarrollado el
producto. Él mismo se inyectó una versión experimental de lo que se convertiría
en la Sputnik V.
Estudio científico
La prestigiosa revista científica británica The Lancet
publicó ayer los resultados intermedios de los estudios clínicos de Fase III de
la vacuna Sputnik V, que arrojaron una eficacia del 91,6 por ciento en la
prevención del coronavirus y demostraron que es segura y que la respuesta en
los mayores de 60 años es similar al del resto de la población.
El análisis incluyó datos de 19.866 voluntarios que
recibieron tanto la primera como la segunda dosis de la vacuna Sputnik V o
placebo en una relación de 3-1, es decir, unos 15.000 voluntarios recibieron la
vacuna y unos cinco mil, placebo.
Rusia demostró rápidamente su voluntad de distribuir la
vacuna en el mundo, para probar que sabía hacer más que exportar armas,
minerales e hidrocarburos.
La Sputnik V fue homologada en más de quince países: desde
vecinos exsoviéticos como Bielorrusia o Armenia hasta aliados como Venezuela e
Irán, pero también en Corea del Sur, Argentina, Bolivia, Argelia, Túnez y
Pakistán.
No hay comentarios.: