Los precios disparados del barril de petróleo WTI hacen que el valor de las exportaciones y las regalías suban, aunque se advierte que el volumen de gas producido sigue cayendo.
De acuerdo a los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los ingresos por venta de gas subieron en un 35 por ciento entre enero y abril de 2022 respecto al mismo periodo del 2021, una cifra que es consecuencia del incremento general del precio de los hidrocarburos a nivel internacional por el estallido de la guerra en Ucrania y las posteriores sanciones contra Rusia.
Los datos del IBCE revelan que, además, el volumen del gas exportado es un 18 por ciento menor que en el 2021, lo cual es una señal de advertencia sobre la cadena de producción y sus limitaciones.
Precios récord
El precio del barril West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Sudamérica y principal componente de la canasta con la que se calcula el precio de la exportación de gas tanto a Brasil como a Argentina, viene marcando precios máximos. Concretamente el viernes cerró su cotización en 120,53 dólares y se espera que este lunes vuelva a la tendencia alcista.
El precio del barril no ha parado de crecer desde abril de 2020, cuando en plena pandemia, con la movilidad reducida en medio mundo, los depósitos colapsaron y nadie pudo comprar, por lo que llegó a cotizar en negativo. Desde entonces la escalada ha sido constante llegando a cerrar el año 2020 en 53,76 dólares por barril.
El año 2021, con algunos picos en los meses centrales del año y picos en octubre, donde pasó los 84 dólares, el barril cerró en 75,51 dólares, lo que ya empezaba a indicar una constante apreciación en el mercado energético. Así, en el inicio del mes de febrero el barril ya cotizaba a 93 dólares aunque la guerra no empezaría hasta finales de ese mes, cuando se disparó hasta los 115. Nunca ha bajado desde entonces de los 100 dólares, y más al contrario, ya está superando la barrera psicológica de los 120 dólares.
Para Bolivia esto supone un incremento del gasto en la subvención a los combustibles, y en menor medida, un incremento de los precios del gas que se comercializan, concretamente, en los primeros cuatro meses del año se ha apreciado en un 35 por ciento. Entre enero y abril de 2021 se vendieron 701 millones de dólares en hidrocarburos, mientras que en el 2022 ya se han vendido algo más de 944 millones de dólares.
Para Tarija supone una buena proyección de ingresos muy por encima del presupuesto lo que conllevará la elaboración de algún presupuesto reformulado en las próximas fechas. De acuerdo a los datos de YPFB, Tarija sigue produciendo aproximadamente el 52 por ciento del gas nacional. Aplicando el 11 por ciento de las regalías aun teniendo en cuenta que hay descuentos por transporte, aproximadamente estarían llegando al departamento unos 45 millones de dólares, de los que el 45 por ciento ingresan directamente en las cuentas del Gobierno Regional del Gran Chaco.
Estrategia y agotamiento
La caída del volumen exportado en los cuatro primeros meses del año advierte de problemas en la extracción, que sigue reduciéndose en los campos principales del país, concretamente en San Alberto y San Antonio.
Recientemente el presidente Jair Bolsonaro ha acusado a Bolivia de desviar un 25 por ciento de su gas hacia Argentina, mercado del que recibe mejores precios, sin embargo, si se mantuviera la capacidad de producción no sería necesario elegir entre uno u otro.
En general, los expertos advierten de la necesidad de cambiar la estrategia de exploración para lograr resultados, puesto que la actual ha fracasado.
Los minerales son el 51% de la balanza
El 51 por ciento de las exportaciones bolivianas en términos generales es el de los minerales, que en el primer cuatrimestre ha vendido por valor de 2.146 millones de dólares, siendo un 26% más en términos de valor y un 14% más en términos de volumen respecto al mismo periodo de 2021. Sin embargo, el aporte a las arcas del Estado es mínima ya que la regalía es baja y el proceso a través de cooperativas diluye el beneficio.
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