Desde los
barrios y las comunidades de la Región Autónoma del Gran Chaco, cientos de
mujeres y hombres de distintas generaciones y diversos sectores sociales se trasladaron
al Chapare, para proclamar al binomio presidencial Evo-Álvaro. En palabras de
José Quecaña, la impresionante concentración que tuvo lugar en el aeropuerto de
Chimoré llegó a superar el millón de personas.
El Gran
Chaco/
La presencia
de tanta gente en el acto, según Quecaña, es el despertar de un pueblo que
quiere defender la estabilidad económica y política del país, el reconocimiento
a las políticas que implementa Evo para superar la pobreza e impulsar el
desarrollo, con redistribución de la riqueza, integración vial del país con
carreteras y por la nacionalización e industrialización de los hidrocarburos,
entre otros logros.
“La
respuesta de los sectores sociales del Chaco fue espontanea, estamos junto a
nuestros hermanos de todo el país, compartiendo un sentimiento y una decisión;
asumimos la responsabilidad de no permitir el retorno de los que vendieron el
país y de quienes pisotearon la dignidad de los bolivianos, debemos cuidar lo
que logró Bolivia con el presidente Evo con la nacionalización”, complementó.
También hizo
hincapié en que Evo Morales hizo historia con los hidrocarburos, destacando que
el país y la región cuentan con una planta separadora de líquidos y una
termoeléctrica; pero lo más importante es que está en vísperas la instalación
de una planta de propileno y polipropileno que será la base de un complejo
industrial en el Chaco y de la consolidación de un nuevo polo de desarrollo.
En Chimoré,
las organizaciones del Chaco expresaron su respaldo a Evo Morales, el
presidente que en los últimos 13 años logró reducir la pobreza y la desigualdad
con políticas de atención a los sectores más necesitados, además de programas
sociales implementados con recursos generados por la nacionalización de los
recursos naturales y recuperación de las empresas estratégicas del Estado.
El mensaje con
el que regresaron las organizaciones es que el proceso de cambio es imparable,
un camino sin retorno hacia la liberación económica y política Bolivia, hacia
la industrialización de los hidrocarburos y otros recursos naturales, con la
perspectiva de convertir al país en una potencia.
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