Los cocaleros del Chapare en Cochabamba y de Los Yungas en La Paz admitieron por separado que los controles desplegados desde la Policía y del Ministerio de Gobierno terminaron perjudicando la producción y el precio de la coca en los mercados de La Paz y Cochabamba, que bajó a niveles que no había en los peores momentos.
“Nuestra hoja de coca al menos cuando estaba con precio alto normal todavía nos mantenía, hoy por hoy bajó, no mejora, nuestros compañeros se están ahogando (económicamente). No sé cómo están soportando las familias”, dijo el dirigente, Francisco Córdova en el ampliado de cocaleros en Lauca Ñ momentos antes de alentar a un bloqueo contra el Gobierno hasta lograr la renuncia del ministro de Gobierno, Carlos del Castillo.
Desde agosto del año pasado el líder del MAS, Evo Morales emprendió una campaña en contra del ministro de Gobierno, a través de acusaciones de vínculos con las estadounidenses DEA y Usaid; luego orquestar campañas de desprestigio contra los cocaleros del Chapare, promovió a través de su bancada la interpelación de Del Castillo y luego censurarlo, estrategia que no dio resultado.
En La Paz los cocaleros relataron una situación similar por los controles en las rutas de transporte y la comercialización. “Nos está tocando el bolsillo”, fue la expresión de cocaleros que debaten su problema en tres grupos de WhatsApp que existe en la región.
Según los productores, en tiempos de Evo Morales, la hoja seleccionada, conocida como “coca extra” tenía un precio de Bs 4.000, el taque de coca de 50 libras, luego se estabilizó en Bs 2.500 y ahora ese mismo producto bajó a Bs 1.000.
También recordaron que hace un año la libra de “coca normal” estaba a Bs 35 en el mercado legal de Adepcoca, en La Paz, pero esta semana el mismo producto se vendió a Bs 15 cada libra, lo que significa una caída de más del 100% con respecto del precio primario.
Por esa razón, en varias poblaciones donde este domingo se realizaron ampliados surgió la idea de respaldar a los cocaleros del Chapare si estos deciden iniciar un bloqueo de caminos demandando la renuncia del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
El Deber
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