El nombre del médico Richard Alexander Challampa B. saltó a la pantalla chica en 2015. Unas 15 mujeres, la mayoría de nacionalidad brasileña, lo denunciaron por mala praxis.
“Me hice una rinoplastia, pero quedé mal. Respiro por la
boca y no puedo hacerlo por la nariz”, dijo una de las víctimas que fue entrevista
en Anoticiando, en octubre de 2015.
Otra mujer contó que se sometió a una lipoescultura que le
costó 3.500 dólares, pero su piel quedó necrosada. Varias hicieron conocer su
dolorosa y traumática experiencia; algunas tuvieron que someterse a otros
procedimientos.
Por esas causas, Challampa fugó a Miami, Estados Unidos. Se
consiguió la orden de extradición, pero nunca se ejecutó su traslado a Bolivia
para que responda por el daño que causó a esas mujeres.
Álvaro Vargas, abogado de VarCab – Consultora Legal
Multidisciplinaria que atiende el caso de homicidio de Nataly Céspedes, dijo
que conoció que Challampa tiene más de 12 procesos por mala praxis.
“Ciudadanas brasileñas ya lo habían denunciado. En 2015 ya
estaban con solicitud de extradición, había orden de Interpol, pero por
conducto diplomático no se ha podido viabilizar y él volvió a Bolivia y cometió
delitos sometiendo a víctimas a cirugías clandestinas”, señaló.
La abogada Jazmín Pamela Caballero, de la misma consultora
legal, acotó que Challampa esperó que las causas en su contra se archiven por
el paso del tiempo. La orden de extradición quedó sin efecto y, tras
anoticiarse de ello, decidió volver a Bolivia para continuar con la misma
actividad. Ofrecía “combos” de cirugías estéticas a través de su asistente
Saroka Vaneza Justiniano R.
Ya en 2015, la Sociedad Boliviana de Cirugía Plástica,
Estética y Reconstructiva comunicó que Challampa no estaba registrado como
cirujano plástico. En ese tiempo, ellos recibieron al menos 10 requerimientos fiscales
para que realicen peritajes de las lesiones de pacientes que se pusieron en
manos de ese médico que realizaba cirugías estéticas sin contar con la
especialidad.
Caballero lamentó que esas causas de 2015 hayan quedado en
la impunidad. Si se habría conseguido la extradición de Challampa probablemente
hubiese estado recluido, desde antes de 2019, y Nataly no hubiese perdido la
vida.
Según los abogados, el médico, de 48 años, tenía más de una
identidad y eso dificultó su búsqueda internacional. Tiene nacionalidad
estadounidense y residencia argentina. Se presume que salió del país, junto a
Saroka Vaneza Justiniano, el 28 de diciembre de 2019, con destino a Argentina.
Después, logró llegar a Miami, Estados Unidos, donde estaría, pese a que cuenta
con declaratoria de rebeldía por el homicidio de Nataly Céspedes, la modelo
cochabambina que falleció por mala praxis tras que le hiciera una
lipoescultura.
La Policía allanó el domicilio de Justiniano, brazo derecho
de Challampa, y encontró prótesis mamarias en su heladera, cánulas, material de
cirugía en pésimas condiciones. Se sospecha que los reutilizaban en sus
pacientes.
La familia de Nataly continúa peregrinando por justicia,
desde 2019. La joven no necesitaba una lipoescultura; estaba con buen peso y
llevaba un régimen alimenticio saludable. Sin embargo, presumen que la
convencieron prometiéndole excelentes resultados para su presentación en el
Miss Cochabamba 2020. Sus padres y hermanos exigen que los autores sean
capturados, juzgados y encarcelados. Piden al Ministro de Gobierno, al
Canciller y otras autoridades que agilicen la extradición de Saroka Vaneza
Justiniano, de Argentina, y la captura de Richard Challampa, en Estados Unidos.
Además, de una sentencia justa para los dos procesados en Bolivia, un médico
anestesiólogo y el dueño de la clínica donde la modelo fue operada.
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