Una vendedora de gelatinas fue brutalmente golpeada por su pareja, un cargador. Su delito fue haberle preguntado a su concubino sobre un dinero que tenían ahorrado, el hombre la ato de manos y pies y luego le echó agua hirviendo causándole quemaduras en el cuerpo.
La brutal agresión sucedió el pasado 20 de septiembre en una vivienda del barrio 20 de Octubre, ubicada en el kilómetro 9 de la avenida Petrolera, al sur de la ciudad de Cochabamba.
AGRESIÓN
De acuerdo con la Fundación Voces Libres, a donde la víctima de 36 años de edad y madre de cinco hijos acudió en busca de ayuda, contó que su pareja le preguntó por un dinero que tenían guardado y ella, por los nervios, no recordaba dónde lo había dejado. Esa situación desató la ira del cargador, quien primero la agarró a puñetes y patadas; luego, de forma cobarde, la arrastró hasta el patio, donde le ató las muñecas de las manos y los tobillos de los pies. La mujer, momentos antes, dejó en la cocina una olla con agua hirviendo para cocinar.
Su agresor tomó la olla y le roció el cuerpo con el agua caliente. Ella no pudo protegerse ni huir porque estaba atada y quedó con quemaduras de distintos grados en el cuerpo, sobre todo en la espalda y los brazos.
Aterrada y adolorida, huyó el pasado sábado a la casa de su hermano, en una provincia de Oruro. Hasta allí viajó el agresor y le dijo a su cuñado que quería arreglar las cosas y no golpearía más a la mujer, pero el hermano de ella lo llevó a la Policía, donde fue arrestado por unas horas, mientras la víctima y su cuñada volvían a Cochabamba para que un médico forense la examine.
El galeno le otorgó 10 días de impedimento porque tiene varias ampollas en el cuerpo, además de hematomas.
Se conoce que la víctima, por temor y también su dependencia económica al agresor, no habría formalizado la denuncia ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv); sin embargo, el caso se apertura de oficio en la Felcv de la Estación Policial Integral (EPI) del sur.
El colectivo “Mujeres de Fuego” pide que la justicia actué rápidamente para evitar que se convierta en un nuevo caso de feminicidio.
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