AFP y EFE
El crudo Brent cerró en 69 dólares, un 14,6% más, su mayor
disparada durante una sesión desde 1991. El petróleo en Texas también se
incrementó. Las potencias mundiales, en alerta por el riesgo para la economía
mundial. EEUU acusa a Teherán.
De Moscú a Washington, los gobiernos buscaron este lunes
calmar el miedo a la escasez de crudo tras los ataques a instalaciones
petroleras saudíes, pero no evitaron que se disparara el precio del oro negro.
El barril de Brent para entrega en noviembre subió en el
mercado de Londres un 14,6%; su mayor aumento diario desde que se llevan
registros. Su valor de cierre fue de 69,02 dólares.
En el mercado de Nueva York el barril de WTI en los
contratos a octubre aumentó un 14,7%% a 62,90 dólares. La disparada de los
precios fue consecuencia de dos ataques en Arabia Saudí, uno contra la mayor
refinería del mundo y otro sobre un campo petrolero.
Esos ataques pueden reducir a la mitad la producción saudí,
a 5,7 millones de barriles por día, que representa casi 6% de la producción
mundial. Además del miedo a una eventual reducción de la oferta, esos ataques
avivaron el temor a un aumento de las tensiones militares entre Washington y Teherán.
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